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Reportaje:

Bajo el ojo vigilante de Fidel

Maradona llega a Cuba para tratar de superar su drogadicción

Vapuleado por la vida y sobre todo por sus excesos, deprimido, con 102 kilos de peso, sin haber arreglado cuentas con la fama y su pasado más tremendo, el ex futbolista argentino Diego Armando Maradona llegó el lunes a La Habana para someterse por segunda vez a un tratamiento que le rehabilite de su adicción a la cocaína. Ya lo intentó en la isla una vez, entre 2000 y 2003, pero sin éxito. A diferencia de entonces, cuando Maradona hizo y deshizo a su antojo, pudo frecuentar discotecas y bares y gozó de libertades inauditas para un aspirante a ex toxicómano, Diego Armando será internado en esta ocasión en una comunidad terapéutica cerrada y su compromiso de curación es ahora, nada menos, que con Fidel Castro.

La familia ha pedido al líder cubano que controle al ex futbolista "como un padre riguroso"

El segundo capítulo cubano del culebrón que protagoniza Maradona comenzó la medianoche del lunes, cuando el astro caído llegó al aeropuerto de La Habana junto a varios familiares y su médico personal. Fue recibido por el ministro de Salud de Cuba, José Ramón Balaguer, y por José Millar, secretario del Consejo de Estado y ayudante personal de Castro. También acudió el embajador de Argentina en Cuba, Abraham Taleb. Por el protocolo, el recibimiento parecía un asunto de Estado.

Maradona no habló a su llegada. Después, el embajador Taleb explicó que tras ser sometido a un completo chequeo, sería ingresado en el Centro de Salud Mental (Censam), dependiente del Ministerio del Interior, que desde hace años ofrece tratamiento a cubanos y extranjeros con problemas de drogadicción.

Pese a los fracasos anteriores de Maradona en sus intentos por dejar la cocaína, Taleb se mostró esperanzado de que en esta ocasión lo consiga. "Estimo que sí por la voluntad y la decisión que tiene él de curarse, que es el elemento principal", afirmó. Además, ahora no es como antes. Tras las críticas vertidas por algunos familiares sobre el tratamiento anterior -aseguraban que el Pelusa casi no tenía controles y hacía lo que le daba la gana-, ahora la cosa es diferente y tiene que ver directamente con el mandatario cubano.

Según Taleb, la familia ha pedido a Fidel, dado el respeto y admiración que le profesa el ex futbolista, que "actúe como un padre riguroso" y no le conceda privilegios. Esa garantía fue solicitada por la familia para que Maradona pudiese viajar a la isla después de un complicado proceso judicial que durante meses lo retuvo contra su voluntad en Argentina.

"Me voy a Cuba porque es lo que me dice el corazón. Estamos luchando con Fidel Castro contra cosas a las que el mundo hoy no da bola", dijo Maradona antes de viajar. En el centro de salud, muy cerca de la residencia del líder cubano, estará al menos 60 días sometido a un tratamiento riguroso que necesariamente pasará por desmaradonizar a Maradona.

Diego Armando Maradona, a su llegada a Cuba el lunes.
Diego Armando Maradona, a su llegada a Cuba el lunes.ASSOCIATED PRESS

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