"Os invito a volcar y a quemar contenedores de zapato asiático..."
En fábricas y almacenes de Elche se recibió por fax una convocatoria que llamaba a los trabajadores a incendiar productos chinos
El día 9 de septiembre, a las 11.12, llegó un fax a la empresa Calzados Borres, en el polígono industrial Carrús de Elche, con el siguiente texto: "Ilicitanos, tenemos que dejar de lamentarnos sobre el tema del calzado en Elche, hay que hacer algo, os invito a volcar y quemar contenedores de zapato asiático que entre en nuestra ciudad, ya que ni el alcalde ni nadie hace nada [...] Os invito a que vayáis el día 16 de septiembre en la rotonda del tanatorio para manifestarnos en defensa de nuestro trabajo. [...]" A esa convocatoria anónima, que se distribuyó por decenas de factorías de los polígonos industriales de Elche, asistió medio millar de personas y, además de contenedores de zapatos, se quemaron dos naves regentadas por ciudadanos chinos. Según Francisco Belmonte, empleado de Borres, su jefe llamó al comisario del Cuerpo Nacional de Policía para advertirle de la manifestación. Ni Belmonte ni muchos ilicitanos se explican la falta de reacción de la policía ante una previsión tan clara de altercado.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Valencia aseguraron ayer que algunos de los detenidos (seis adultos acusados de incendio, daños y alteración del orden y cuatro menores) están vinculados a grupos ultraderechistas. Ayer se convocaron nuevas concentraciones para hoy, esta vez de forma verbal. A las diez de la mañana, los empresarios y trabajadores del calzado de Carrús ya habían sido convocados a una nueva manifestación. "No sabemos quién está detrás, pero el boca a boca ha funcionado", dijo Belmonte. Mientras la patronal (Asociación de Industriales del Calzado de Elche) se desvinculaba de la convocatoria y pedía calma ante "los rumores" de nuevas manifestaciones, los empresarios chinos expresaron su temor a ser de nuevo atacados. Buena parte de ellos echó el cierre a sus almacenes antes de la hora habitual.
En la puerta de una nave de Carrús, el empresario chino Javier Liu intentaba ayer por la mañana idear una estrategia para evitar nuevos ataques a los almacenes asiáticos. Había reunido a media docena de compatriotas y hablaban de dirigirse al Ayuntamiento para pedir ayuda. "Después de ver a los policías cruzados de brazos en el ataque del jueves no nos sentimos protegidos", comentó Liu. La presencia de la televisión China ayer en Carrús contribuyó a que los empresarios asiáticos descargaran la tensión que han acumulado desde el jueves.
El empresario ilicitano José María Segura tiene su almacén junto a las naves incendiadas. Ayer, mientras dirigía la descarga de un camión de zapatos importados, comentaba: "Entiendo que los chinos vengan aquí a a trabajar, igual que hicimos hace no tanto los españoles; pero quiero que paguen los mismos impuestos que yo. Casi todos duermen en los almacenes, trabajan hasta los domingos y venden tan barato que es imposible competir. Muy bien que estén aquí, pero queremos igualdad de condiciones".
De acuerdo con una opinión extendida entre los empresarios españoles de Carrús, los industriales chinos están ahora pagando la "incompetencia" de la Administración española, que no ha sido rigurosa a la hora de hacer cumplir las normas aduaneras, fiscales, laborales, sanitarias y medioambientales. José Rodríguez se aprovisionaba ayer de zapatos en un almacén chino (a seis euros el par) para venderlos luego en mercadillos de Alicante: "La culpa no es de los chinos; es del Gobierno", sentenció. Y en la nave anexa a los almacenes incendiados, el español Hilario Maciá comentó: "A mí no me molestan los chinos; ellos van a la suyo y nosotros a lo nuestro".
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