Microsoft ofrece el código de Office a 30 países y agencias gubernamentales
Microsoft ofrecerá acceso al código de su programa Office a 30 gobiernos, entre los que se incluye España, y a agencias internacionales como la OTAN. Con esta decisión, anunciada ayer, la compañía amplía el Programa de Seguridad Gubernamental (GSP, en sus siglas en inglés), por el que ofrece acceso al código de su sistema operativo Windows.
El código fuente de un programa es el conjunto de instrucciones informáticas que configuran su estructura. Hasta el mes de enero de 2003, Microsoft guardaba celosamente el código de su software porque lo consideraba la parte más valiosa de su propiedad intelectual. La multinacional estadounidense se ha visto obligada a modificar esta postura debido a la competencia del sistema Linux, cuyo código es abierto y puede ser libremente modificado, y que es especialmente popular en administraciones públicas como la andaluza y la extremeña. Además, Microsoft es consciente de la preocupación de los gobiernos por la seguridad de sus sistemas informáticos, ya que la tecnología controla cada vez más procesos e informaciones.
Microsoft ofrece a los organismos que se adhieren al programa GSP la posibilidad de acceder al código fuente y la información técnica de Windows y, desde ayer, de Office. Éste es el conjunto de aplicaciones ofimáticas de Microsoft, entre las que se incluyen el procesador de textos Word, la hoja de cálculo Excel o Powerpoint, un programa para realizar presentaciones digitales.
El Gobierno español firmó el GSP el pasado 20 de enero, lo que significa que expertos en seguridad del CNI (Centro Nacional de Inteligencia) pueden acceder al código de ambos programas para revisarlos y analizar su seguridad antes de que sean utilizados por la Administración. Otros países que también se han adherido al GSP son Reino Unido, Rusia, Noruega, China o Taiwan.
Microsoft aclara que la firma del GSP no supone contrapartida económica alguna, es decir, que es gratis para los gobiernos que lo firmen, que además pueden viajar a la sede de la compañía en Redmond (Estados Unidos) para hablar con los programadores y obtener más información. A cambio, las entidades gubernamentales firman estrictos contratos de confidencialidad y no pueden modificar ni copiar el código.
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