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Hu Jintao asume todo el poder en China tras desplazar al veterano Jiang Zemin

El presidente y secretario general del PCCh asume la jefatura de las Fuerzas Armadas

El presidente chino, Hu Jintao, se convirtió ayer en el líder indiscutible del país al acceder a la jefatura de las Fuerzas Armadas como consecuencia de la dimisión de Jiang Zemin, quien durante 15 años ocupó el cargo. Culmina así un traspaso de poder que se inició en noviembre de 2002, cuando Hu sustituyó a Jiang en la secretaría general del Partido Comunista Chino (PCCh), y siguió con el relevo en la jefatura del Estado en marzo del año siguiente. Se trata de la primera transición pacífica de líderes políticos desde la fundación de la República Popular, en 1949.

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El nombramiento de Hu, de 61 años, al frente de la poderosa Comisión Militar Central se ha producido durante el pleno del Comité Central del partido -uno de los órganos más poderosos de China, integrado por 198 miembros-, que concluyó ayer en Pekín, tras cuatro días de reunión a puerta cerrada.

No hubo razones oficiales de la salida de Jiang, cuyo mandato finalizaba en 2007, pero la dicotomía entre el nuevo equipo de dirigentes -la denominada cuarta generación-, llegado al poder hace dos años, y el anciano ex alcalde de Shanghai había creado tensiones en la cúpula y minado el margen de maniobra del equipo de Hu. La primera generación fue la de Mao Zedong, la segunda, la de Deng Xiaoping.

El largo comunicado oficial se limitó a asegurar que Jiang, de 78 años, ha entregado el testigo porque "es bueno para el Ejército, el partido y la nación". Sí hubo, en cambio, alabanzas y reconocimientos al jefe militar saliente y a su pensamiento. De él dijo el Gobierno que ha realizado "contribuciones excepcionales al partido, el Estado y el pueblo". La televisión dedicó media hora del principal telediario de la noche al anuncio. El cónclave también aprobó nuevas reglas para mejorar los métodos de gobierno del partido y luchar contra la corrupción, con objeto de asegurar sus supervivencia.

La ascensión a la presidencia de la Comisión Militar consolida a Hu como líder supremo, pese a que seguirá rodeado de algunos fieles a Jiang -como el vicepresidente Zeng Qinghong- en el Comité Permanente, que está integrado por nueve miembros. Zeng no ha tomado, sin embargo, la vicepresidencia de la Comisión Militar que ha dejado libre Hu. Un indicio, según algunos analistas, de la pérdida de terreno de su mentor. El lugar ha sido ocupado por Xu Caihou, de 61 años.

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Aunque no se prevé que el relevo provoque ningún cambio profundo en las políticas nacional y exterior chinas, para Hu y el primer ministro, Wen Jiabao, supone más libertad a la hora de lidiar con las crecientes desigualdades sociales, la corrupción, las relaciones con Hong Kong y Taiwan y la gestión de la economía.

Hu dejó bien claro el miércoles pasado que China no instaurará una democracia de estilo occidental. La prioridad es mantener el dominio del PCCh. Lo que sí podrían producirse son cambios sutiles. El jefe de Gobierno pretende introducir más transparencia y potenciar la lucha contra la corrupción en la Administración y en el partido.

Según algunos observadores, Jiang se ha resistido a las presiones para ceder el mando del Ejército, temeroso de perder peso. "Jiang depende de su puesto en el poder. No tiene el carisma y las ideas necesarias para influir sin él", asegura Jerome Keating, profesor en la Universidad Nacional de Taipei. Algo muy distinto a lo que ocurrió con Deng Xiaoping, quien entregó la jefatura del Ejército dos años después de abandonar el Comité Permanente, pero mantuvo una gran influencia hasta su muerte. "Sin Jiang, muchos de sus aliados perderán su base de poder", dice Keating. El cambio oficial se producirá el próximo marzo, durante la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN).

Jiang, sin embargo, puede vanagloriarse de haber realizado la primera transferencia pacífica de mando desde la revolución comunista, y haber conseguido inscribir en la Constitución china, junto al pensamiento de Mao Zedong y las teorías de Deng Xiaoping, su llamada teoría de Las tres representaciones. Según ésta, el partido representa los intereses de toda la sociedad china, incluidos empresarios, capitalistas e intelectuales.

En su carta de dimisión, Jiang dijo que esperaba que su salida normalizaría los futuros relevos generacionales. "Espero que todo el mundo trabaje duro y siga avanzando bajo el liderazgo del Comité Central del partido, con el camarada Hu Jintao como secretario general. Estoy convencido de que la causa de nuestro partido será testigo de más y mayores victorias", afirmó como despedida.

Jiang Zemin (izquierda) y Hu Jintao, en marzo de 2003.
Jiang Zemin (izquierda) y Hu Jintao, en marzo de 2003.ASSOCIATED PRESS

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