Sobre la comisión

Repiten con insistencia que no hubo manipulación, que no hubo intento de ocultar información, que en ningún momento se mintió, que se comunicó todo lo que se sabía en el momento en que se conoció, y que nunca hubo intención oculta ni mala fe en la gestión informativa de la crisis que siguió a los atentados del 11-M hasta la convocatoria electoral del 14-M. Y ahora, que se da la oportunidad a quien era entonces la máxima autoridad del gobierno para que pueda explicarse y cuente lo que pasó, los "populares" se enfadan y, a modo de infantil pataleta, amenazan con pedir la comparecencia de quien por entonces era líder de la oposición para que explique quien convocó a los manifestantes que acudieron a protestar ante las sedes del PP. Resulta inconcebible que, entre los hechos trascendentales que acontecieron en aquellos días, este detalle sea la única causa de preocupación de los dirigentes populares. Pero en cualquier caso, y a estas alturas, ya deberían saber perfectamente quien convocó aquellas manifestaciones.

Fue el señor Acebes con sus medias informaciones, con su burdo intento de retrasar el conocimiento de la verdad, fue el señor Zaplana con sus autoexculpaciones y desmentidos, fue la señora Palacio con su torpeza, fue el señor Aznar, como ultimo responsable de todo aquel despropósito informativo. Fue la indignación de unos ciudadanos, insultados por un intento de manipulación mediática, impropia de un sistema democrático y que en aquellos días alcanzó unas cotas intolerables lo que los movilizó. Por eso, más que buscar culpables ajenos, deberían considerar si no fueron sus propios errores los que se volvieron contra ellos. Un poco de autocrítica nunca viene mal. En cualquier caso, su obcecación con lo anecdótico no va a conseguir que se olvide lo esencial. Ahora, el señor Aznar tendrá la ocasión de explicar lo que ocurrió, o al menos, su versión de los hechos, y por que se hizo lo que se hizo, y no se hizo lo que no se hizo. Tal vez así, de una vez por todas, consiga convencer a todo el mundo de que, como afirma, él y su gobierno tienen la conciencia tranquila.