La Bolsa capea el temporal

Las bolsas han efectuado una valoración puntual de los indicadores económicos de los últimos días, la mayoría de ellos positivos pero casi siempre por debajo de las expectativas, y de la nueva escalada del precio del petróleo, que vuelve a los niveles de agosto. El Ibex 35 sube el 0,36% en la semana.

La respuesta de los inversores ante los datos económicos conocidos en los últimos días y que, invariablemente, han quedado por debajo de las expectativas, puede considerarse como positiva, sobre todo porque han coincidido con una nueva escalada en el precio del petróleo y porque vienen a confirmar la debilidad de la recuperación.

El precio del petróleo brent se acercó el pasado viernes a los 42 dólares por barril, mientras que el texas casi alcanzaba los 45 dólares, lo que supone volver a los niveles máximos del pasado mes de agosto, cuando las bolsas se hundieron por esa causa.

Junto con esta escalada del precio del crudo, los inversores han recibido una serie de indicadores económicos estadounidenses que anulan el optimismo de Alan Greenspan sobre la recuperación de la actividad, al menos en los niveles esperados. Las ventas al por menor bajaron en agosto el 0,3% y la producción industrial en ese mismo mes crecía sólo el 0,1%, cuando las expectativas apuntaban al 0,5%. El índice de actividad industrial de la FED de Filadelfia caía desde los 28,5 puntos de agosto a 13,4, cuando las expectativas eran de 25 puntos y la confianza de los consumidores medida por la Universidad de Michigan cede una décima en septiembre frente a un crecimiento esperado de ocho décimas.

El único dato positivo ha sido el del IPC de agosto, que subió el 0,1% en tasa mensual y bajó tres décimas, hasta el 2,7%, en tasa interanual, lo que evita que la Reserva Federal suba los tipos de interés en tanto se celebran las elecciones.

Los inversores se encuentran con una situación difícil de evaluar, ya que si bien la economía está creciendo, no lo hace al ritmo anunciado y sigue sin generar puestos de trabajo.

Frente a esto, se producen unos resultados empresariales generalmente positivos a los que se empieza a prestar más atención, y ello explica la estabilidad de los índices de las bolsas en medio del pequeño desastre que han supuesto los últimos indicadores económicos.

En la eurozona las cosas no están mucho mejor en cuanto a confianza, aunque la estabilidad del IPC también ha alejado por el momento el peligro a un nuevo ajuste monetario. La economía alemana se recupera ligeramente, aunque sea a través del sector exterior, y con ello parece estabilizarse el conjunto.

La situación de los mercados, con ganancias anuales muy discretas a nivel global, permite este ejercicio de tranquilidad que han hecho los inversores ante una situación peor que la del pasado mes de agosto.