Detenido un guardia civil en Málaga con 2.700 kilos de hachís en una furgoneta

La Guardia Civil de Málaga detuvo el pasado martes a uno de sus agentes en una operación contra el tráfico de hachís. El guardia, un agente del Servicio Marítimo, fue detenido con una furgoneta que contenía 2.700 kilos de hachís, según fuentes del instituto armado. Ayer prestó declaración en el Juzgado de Instrucción número 12 de Málaga junto al resto de la banda, que operaba entre Melilla y Málaga. Las declaraciones se prolongaron durante horas. En la operación fueron detenidas otras 11 personas, según fuentes judiciales. Pasadas las 20.00, el juez decretó prisión incondicional para los 12 detenidos, incluido el guardia civil, por un delito contra la salud pública y otro de blanqueo de capitales.

El agente, cuyas iniciales son S. M. S., tiene más de 40 años y lleva 15 en la Guardia Civil. En la operación, los agentes confiscaron una moto de 1.100 centímetros cúbicos, un barco y gran cantidad de dinero en efectivo que almacenaban en una nave industrial a las afueras de Málaga. El agente detenido ha pasado 72 horas en los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga y su arresto ha causado mucho revuelo entre sus compañeros. Según fuentes del cuerpo, ha permanecido tranquilo y conversador.

S. M. S. llevaba un alto tren de vida. Figura como promotor de una vivienda que está construyendo "en régimen de autocons-trucción", según la Gerencia Municipal de Urbanismo. Se trata de un gran chalé con un torreón y una vidriera, donde ayer continuaban las obras. Entre los 12 detenidos hay ciudadanos británicos y otros de origen magrebí.

Además de esta banda, la Guardia Civil ha detenido en Málaga a dos personas relacionadas con la Operación Grillo, en la que fueron detenidas 62 personas la semana pasada en Murcia, Alicante y Tarragona. El fiscal antidroga de Valencia, Luis Sanz, explicó ayer que entre los retenidos en Málaga está el dueño de una tienda de deporte.

En marzo de 2004, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga exculpó a tres guardias civiles y a sus esposas de un delito de narcotráfico, pese a que los agentes fueron sorprendidos en 1997 escoltando una furgoneta con 2.180 kilos de hachís en Marbella. La sentencia explicó que el juez instructor concedió sin motivarlo el permiso para las escuchas telefónicas que dieron con la detención. Las pruebas fueron anuladas.