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El Consell dice que no negociará la denominación del valenciano

El PP bloquea su posición y se aferra a la definición estatutaria

El Consell aprobó ayer una declaración institucional en la que se aferra a la denominación "tradicional, histórica, legal y estatutaria" del valenciano y obvia cualquier criterio utilizado por la comunidad académica. El consejero portavoz, Esteban González Pons, advirtió de que el Consell no negociará nada. El presidente de la Generalitat se pronunció en el mismo sentido e hizo extensiva su postura a todo el PP.

La negativa del Consell a negociar cualquier fórmula que facilite el reconocimiento del catalán/valenciano en la Unión Europea coincidió con el anuncio de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de que el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, convocará la semana que viene una reunión con los representantes de las comunidades autónomas con lenguas propias para consensuar una petición de reconocimiento oficial ante la UE. Fernández de la Vega aseguró que el Gobierno buscará una fórmula que respete "todas las sensibilidades", pero que no se adentrará en disputas lingüísticas, sino en "lo que le permita la ley".

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que reiteró su rechazo a cualquier fórmula que equipare las denominaciones de catalán y valenciano, trasladó ayer su posición a la cumbre autonómica del PP celebrada en la localidad riojana de San Millán de la Cogolla. Así, en la declaración del PP, tras la reunión presidida por Mariano Rajoy, se recogió "el respeto a los hechos diferenciales constitucionalmente garantizados y seguir garantizando el mantenimiento de los símbolos y elementos culturales que constituyen el patrimonio común de todos los españoles, y en especial de las lenguas estatutariamente reconocidas".

"Valenciano es como hemos llamado a nuestro idioma a lo largo de los siglos, desde que hay conocimiento de la existencia del mismo, y así es como queremos seguir llamándolo", dijo ayer Camps.

La postura de Camps fue contestada por la coordinadora de Esquerra Unida del país Valencià, Gloria Marcos, quien afirmó que su formación sólo apoyará la solicitud del Ejecutivo central si ésta es "escrupulosamente respetuosa con la unidad de la lengua". Marcos opinó que si se deja el valenciano "aislado y en manos de los criterios de la derecha, acabará por convertirse en un instrumento folclórico sin prestigio ni uso social", al tiempo que solicitó que se consulte a aquellas asociaciones y organizaciones docentes, culturales y sindicales que "defienden y cultivan el valenciano".

El Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament del País Valencià (STEPV) y sus homólogos en Cataluña y Baleares expresaron su "estupor" ante la propuesta inicial de Miguel Ángel Moratinos, y recordaron que los criterios científicos y filológicos, así como las sentencias del Tribunal Constitucional y del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana han establecido la unidad lingüística de las distintas variedades territoriales del catalán.

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El consejo permanente del Institut d'Estudis Catalans, por su parte, manifestó su "preocupación y sorpresa" ante la posibilidad de que valenciano y catalán sean reconocidos de forma diferenciada en la Unión Europea.

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