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FÓRUM DE BARCELONA | Diálogos y actividades

Acuerdo para crear un observatorio sobre la democracia urbana

El Foro Urbano Mundial finalizó ayer sin conclusiones

Lluís Pellicer

La organización Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU) y UN-Habitat firmaron ayer en Barcelona un acuerdo de cooperación por el que se creará un observatorio de las democracias urbanas y la descentralización administrativa. La secretaria general de CGLU, Elisabeth Gateau, anunció ayer en la clausura del Foro Urbano Mundial (FUM) que el pacto se concretará pronto para resolver "cuestiones de financiación".

El FUM acabó más o menos como empezó. La directora ejecutiva de UN-Habitat, Anna Tibaijuka, cerró la cita mostrando su preocupación porel hecho de que 1.000 millones de personas no disponen de una vivienda adecuada ni acceso a agua potable, y se reafirmó en su convicción de promover la paz. Sin embargo, no se emitió ningún documento de conclusiones del diálogo. "Los resultados los constituyen todo lo que hemos aprendido. No puedo presentar conclusiones porque no ha habido negociación, sino diálogo", se justificó. "El FUM", recordó, "no tiene mandato legislativo, sino que es un espacio abierto donde se encuentran gobiernos y otros actores".

El único pacto alcanzado durante este evento es el acuerdo de mínimos con la CGLU, que los responsables de la organización intergubernamental esperan ampliar en los próximos meses. Además de la creación de un observatorio para la democracia local y de un comité consultivo dentro de UN-Habitat, el documento prevé la constitución de un grupo de expertos dentro de la agencia especializada que servirá para fijar criterios y nuevas prácticas dentro de la Administración local.

En el acuerdo, las autoridades municipales se comprometen a trabajar por los llamados objetivos del milenio, que Naciones Unidas se ha fijado alcanzar en 2015. "Debemos concienciar a los alcaldes de que el 80% de estas metas deben ser resueltas en las ciudades. Por ejemplo, es necesario lograr que los 100 millones de personas que habitan en chabolas tengan una vivienda digna. Y la mayoría de este fenómeno se da en las ciudades", explicó Gateau.

Los municipios también presentaron en el FUM la Agenda 21 de la Cultura a UN-Habitat y la Unesco, que, contrariamente a lo anunciado, tampoco adoptaron el texto. "El FUM no es un encuentro formal, por lo que aquí no podemos alcanzar este tipo de acuerdos", insistió un portavoz de UNHabitat. La Agenda 21 de la Cultura, que en mayo adoptaron más de 120 alcaldes del Foro de Autoridades Locales, pretende seguir un proceso similar al del documento que se aprobó en materia de medio ambiente.

El documento es una guía de referencia para las actuaciones en materia de desarrollo cultural de las ciudades que nace ante "la preocupación de los cargos electos por la amenaza que se cierne sobre los sistemas y la diversidad culturales", según leyó el concejal de Cultural del Ayuntamiento de Barcelona, Ferran Mascarell. La agenda se propone fomentar la participación ciudadana en los proyectos culturales, universalizar el acceso a estos bienes, luchar contra la exclusión en este ámbito y potenciar la dimensión digital de la cultura.

El FUM también cerró con el abandono del evento por parte de 120 organizaciones al considerar que no se sentían representadas en el foro y que éste tampoco les daba opción a hablar. El portavoz del FUM, Sharad Shankardass, se remitió a la nota difundida el jueves por la organización y manifestó sentirse "sorprendido" porque estas entidades no plantearan sus quejas "dentro de los canales establecidos en el evento".

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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