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VIOLENCIA EN IRAK

La coalición que apoyó la guerra critica a Kofi Annan por cuestionar su legalidad

El secretario general de la ONU reabre el debate sobre la licitud de la invasión de Irak

La declaración del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, en la que reiteraba a la BBC la ilegalidad de la guerra de Irak desde el punto de vista de la Carta de la ONU, reabrió ayer el debate suscitado por la invasión y desencadenó una tormenta de reacciones en la que los dirigentes de EE UU, Reino Unido, Australia, Polonia, Japón y otros países defendieron que la intervención armada se ajustó a la legalidad internacional. El portavoz de Annan trató de quitar hierro a la polémica y afirmó en Nueva York que el secretario general no había dicho nada nuevo.

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"No hay diferencia con sus declaraciones de antes y después de la guerra" en las que manifestó que la legitimidad quedaba cuestionada al no ser conforme con la Carta de la ONU. El portavoz añadió que Annan hizo comentarios en esta línea el 10 de marzo de 2003, el 2 de abril del mismo año y el 8 de marzo de 2004.

Lo que Annan dijo a la cadena británica BBC el miércoles fue que la invasión no debería haber sido una decisión unilateral, sino asumida por la ONU. A la tercera vez que el entrevistador le preguntó que si la guerra fue ilegal, Annan respondió que "desde nuestro punto de vista, no se produjo en conformidad con la carta de la ONU, con lo que, desde el punto de vista de la Carta, fue ilegal". El secretario general añadió que todo el mundo parece estar de acuerdo en que es mejor "trabajar con los aliados y a través de la ONU" y que confía en que no vuelva a haber una situación semejante -"sin aprobación de la ONU y sin un apoyo internacional más amplio"- en mucho tiempo.

Los Gobierno aliados de Estados Unidos en este asunto argumentan -y ayer lo repitieron- que la guerra se justificó por el incumplimiento de las resoluciones de la ONU en las que se exigía el desarme de Irak. La última antes de la guerra, la 1441, aprobada por unanimidad el 8 de noviembre de 2002 por el Consejo de Seguridad, amenazaba con "graves consecuencias" en caso de no hacerlo. Annan recordó en sus declaraciones a la BBC que "era el Consejo el que tenía que determinar qué consecuencias eran esas".

A falta de una reacción oficial por parte de Estados Unidos, el mismo programa incluyó el comentario de Randy Scheunemann, ex asesor del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, que acusó a Annan de tratar de influir en las elecciones presidenciales. Bush no hizo ninguna mención directa, como es lógico, pero en un mitin en Minnesota dijo que no hubo más remedio que ir a la guerra -"tenía esperanzas en que la diplomacia iba a funcionar"- y que no se arrepiente de sus decisiones: "Sabiendo lo que hoy sé, incluso sin haber encontrado los arsenales de armas que creíamos que estaban allí, tomaría la misma decisión. Estados Unidos y el mundo son más seguros con Sadam Husein en la cárcel". El próximo martes, el presidente Bush tendrá ocasión de encontrarse con Annan y otros dirigentes internacionales en la apertura de la sesión anual de la Asamblea de la ONU.

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El Gobierno británico rechazó las apreciaciones de Kofi Annan y señaló que el responsable de Justicia, Lord Golsmith, resolvió que el país actuó legalmente al intervenir militarmente en Irak, gracias a la cobertura proporcionada por tres resoluciones del Consejo de Seguridad en las que se justificaba el uso de la fuerza para desarmar a Sadam Husein.

El primer ministro australiano, John Howard, que se encuentra en plena campaña electoral, criticó en Sydney las declaraciones de Annan y dijo que la ONU es "un organismo paralizado" incapaz de actuar en las crisis, y citó la actual de Darfur (Sudán) como ejemplo. En su opinión, recogida, como otras, por las agencias de prensa, la guerra de Irak fue "completamente legal".

Primera guerra

En Polonia, el portavoz del ministro de Exteriores dijo que "las decisiones tomadas por la comunidad internacional tuvieron bases legales". El Gobierno polaco "actuó de acuerdo con la Constitución y a la luz de las resolución 1441, y el uso de la fuerza estaba también respaldado por otras dos resoluciones de 1990 y 1991". El Gobierno búlgaro desarrolló un argumento similar y su portavoz dijo que una de estas resoluciones, la 687, que sirvió para legalizar la primera guerra de Irak y que mencionaba el uso de "todos los medios necesarios" para restaurar la paz, todavía está en vigor.

En cuanto a Japón, Yoriko Kawaguchi, titular de la cartera de Exteriores, dijo que la invasión se justificó por las resoluciones del Consejo de Seguridad sobre el desarme de Irak. Por su parte, el portavoz gubernamental señaló que necesitaba aclaraciones sobre las palabras de Kofi Annan para conocer "el auténtico sentido" de las declaraciones.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, en 2002.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, en 2002.RICARDO GUTIÉRREZ

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