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Entrevista:

J. T. Wang: "El poder del ordenador es mucho mayor que el del móvil o el del televisor"

El directivo de Acer achaca el éxito de sus portátiles a la entrega rápida y a los servicios añadidos

Ana Pantaleoni

J. T. Wang ha estado 10 años al lado de Stan Shih, cofundador y CEO de Acer. En enero de 2005 Wang relevará a Shih para dirigir una empresa taiwanesa que ha triunfado en Europa gracias a sus portátiles, los más vendidos del continente. Ahora, el reto de Wang como nuevo consejero delegado es situar a Acer como la tercera marca mundial de ordenadores.

Pregunta. Todos los fabricantes de ordenadores dicen que es un mal negocio, excepto las marcas Dell y Acer, que les llevan la contraria. ¿Cómo se entiende?

Respuesta. El mercado de ordenadores está muy estandarizado. La industria del PC es singular. Las marcas más famosas sólo pueden vender a un precio muy similar, incluso HP, Dell o IBM. Es muy difícil vender a un precio más alto. La diferencia se marca con las especificaciones del aparato. Por ejemplo, el tamaño de la pantalla, la calidad de la tarjeta gráfica, la memoria o la velocidad.

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P. ¿Y dónde pone Acer la diferencia?

R. Hay diferentes segmentos y preferencias entre los usuarios. Entender estas preferencias de forma muy precisa, traducirlas en los productos y hacerlas llegar a los clientes potenciales, eso es el marketing. Y el marketing marca la diferencia. Es lo que llamamos Empowering technology (mejorar la tecnología), para hacer diferentes y fáciles de usar nuestros productos.

P. ¿Por qué debo comprar un ordenador Acer en lugar de un Dell o un HP?

R. Nosotros definimos el público potencial de forma más precisa y entregamos más rápidamente el ordenador. La actualización y la velocidad de entrega son dos de nuestras diferencias. La calidad no marca diferencia en la actualidad, es simplemente un criterio necesario. Además, ofrecemos buenos servicios.

P. La etiqueta Made in Taiwan tiene imagen de algo barato y de mala calidad. ¿Tienen ustedes esa percepción?

R. Yo no sé en otros sectores industriales, pero en el del PC cada marca diseña y fabrica en Taiwan. Dell, HP, Toshiba, IBM, incluso Sony, vienen a Taiwan para ver el diseño original, modifican algunos aspectos y se lo llevan con su marca. El motivo es porque los fabricantes de Taiwan aplican la tecnología y los componentes más novedosos de forma muy rápida, pudiendo ahorrar costes. Cualquiera que no compre a un fabricante taiwanés fracasará. Incluso los japoneses están forzados a comprar aquí los componentes. En la industria de los ordenadores personales todas las marcas vienen de Taiwan, y las que no han comprado aquí ya han desaparecido.

P. De Acer nació BenQ, una empresa dedicada a la electrónica de consumo. ¿Es BenQ hoy una amenaza para los negocios de Acer?

R. BenQ ahora es un competidor. Competimos en cada mercado, aunque somos de cinco a seis veces más grandes.

P. Pese a los buenos resultados en Europa, Acer no despega en China y Estados Unidos.

R. Es un problema de modelo de negocio con ciertas limitaciones, que estamos corrigiendo.

P. ¿El futuro de Acer pasa por el hogar digital?

R. La casa digital es un mercado donde varios grupos tratan de competir por su liderazgo desde la televisión, las comunicaciones móviles, al contenido o el ordenador. Va a ser un campo de batalla difícil. No se sabe quién será el triunfador. La estrategia de Acer es extender el PC como centro de este hogar digital. No vemos su explosión hasta de aquí a tres años porque hay muchos intereses enfrentados. Vemos el potencial del hogar digital, pero aún no está claro. Creemos que el PC será el centro del hogar digital, porque el poder del ordenador es enorme, mucho mayor que el del móvil, la televisión o la PlayStation.

P. ¿Se extenderá Acer a otros productos, como el teléfono?

R. No haremos teléfonos móviles, pero sí seguiremos avanzando en el campo de las agendas digitales y estudiamos sacar cámaras digitales, ya que se han convertido en un accesorio del ordenador. Y en el próximo trimestre venderemos televisores planos.

Stan Shih, a la izquierda, le da el simbólico relevo a J. T. Wang.
Stan Shih, a la izquierda, le da el simbólico relevo a J. T. Wang.ANA PANTALEONI

Stan Shih, el visionario tecnológico del imperio taiwanés

La historia de Taiwan no se puede escribir sin mencionar a Stan Shih, un visionario tecnológico. Todo el mundo en la isla lo conoce, y no sólo por inventar el primer bolígrafo reloj o la calculadora de mesa, sino por crear uno de los símbolos empresariales del país.

Stan Shih creó Acer en 1976 para diseñar y fabricar productos de microelectrónica. "Shih puso a Taiwan en el mapa", declaraba Bill Gates. En 1984 Acer fundó BenQ para que se dedicara a la electrónica de consumo. BenQ creció rápidamente, se independizó y hoy, fabricante de pantallas de LCD, prepara su desembarco de teléfonos móviles en Europa.

También de Acer surgieron otras empresas, hoy independientes, como Winstron, fabricante de componentes. Shih mantuvo en pie su empresa gracias a una renovación continuada y un fuerte plan de reestructuración, realizado en el año 2000.

A Stan Shih, padre de tres hijos, se le ve relajado mientras come una enorme ostra. ¿Ha tirado la toalla? Él no lo cree. Lleva 10 años anunciando su retirada de la primera línea de Acer, pero ahora, a los 60 años, es de verdad. "Por dos razones: creo que es bueno para Acer que ceda el poder a mi sucesor; y, en segundo lugar, es una forma de dar ejemplo a las compañías chinas, donde el presidente suele trabajar hasta los 80 años y el sucesor suele ser un hijo", explica Stan Shih, que ahora dedicará parte de su tiempo a una empresa de consultoría e investigación llamada iD SoftCapital Inc.

Este visionario explica que el éxito de Acer fue centrarse en la década de 1980 en la innovación, "algo normal en aquella época para una empresa norteamericana, pero no para una de Taiwan. Nuestro éxito en Europa en los últimos dos años nos anima a seguir invirtiendo en marca para llegar a ser globales". La globalidad es una de las obsesiones de Stan Shih: ser globales y ser una marca reconocida en todo el mundo. Para alcanzar ese fin no hay límites. A Shih lo mismo le da poner al frente de la empresa a un italiano que ceder el protagonismo de su marca en favor de la firma automovilística Ferrari, que lleva el nombre de su portátil estrella.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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