CDC supeditará su apoyo a la Constitución europea al reconocimiento del catalán

Ni sí ni no. Convergència Democràtica (CDC) supeditará su apoyo a la Constitución europea en el referéndum de febrero a un cambio significativo respecto al reconocimiento de la singularidad política y cultural de Cataluña por parte de las instituciones europeas. En primer término, los convergetes reclaman la oficialidad del catalán. Así lo decidió ayer la ejecutiva de CDC en una reunión extraordinaria. Dos destacados militantes de Iniciativa, José Luis López Bulla y Antoni Gutiérrez Díaz, expresaron ayer su apoyo a la Constitución, en contra del criterio de la dirección de ICV.

La ejecutiva de CDC analizó en una maratoniana reunión que acabó pasada la medianoche de ayer, dos documentos antes de tomar una decisión sobre su voto en el referéndum. El primero acerca de la trayectoria europeísta de CDC y el segundo enumera los pros y los contras de la Constitución europea. Dos textos que servirán para redactar la ponencia que la dirección convergente presentará a debate en el congreso del 2 de octubre.

Los convergentes entienden que el actual texto constitucional no satisface plenamente las demandas nacionalistas y, ni mucho menos, la singularidad de Cataluña tanto en su vertiente cultural como política. Principalmente se lamenta el escaso protagonismo que tendrán las regiones con competencias legislativas o la falta de reconocimiento del catalán como lengua oficial o de tratado, extremo que permitiría a los ciudadanos dirigirse a las instituciones comunitarias en su propio idioma. En cambio, se valora el hecho de que por primera vez Europa se dote de una Carta Magna que incluya derechos y deberes de sus ciudadanos.

La ejecutiva evitó ayer tomar una decisión concreta sobre su posición ante el referéndum. Primero, porque la reunión sirvió para constatar las opiniones antagónicas que mantienen los miembros de la ejecutiva. Y segundo, porque CDC quiere dar un margen de confianza al Gobierno español en sus negociaciones ante la UE para conseguir la oficialidad del catalán. Si estos esfuerzos dieran resultado, los convergentes podrían, finalmente, replantearse su opinión y votar sí en el referéndum.

A pesar de la indefinición convergente, el secretario general de la federación, Josep Antoni Duran Lleida, que apuesta sin titubeos por apoyar la Constitución europea, se mostró ayer esperanzado en que ambos partidos de la federación alcancen un acuerdo. "Todavía existe un hilo rojo que nos permite buscar posiciones muy comunes", afirmó ayer en la rueda de prensa posterior a la ejecutiva de CiU que, paradójicamente, no abordó este asunto.

Precisamente, el portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, aprovechó ayer la disparidad de opiniones en CiU para censurar el silencio de Artur Mas, que contrapuso al "coraje político" de Duran, quien ha amenazado con dimitir si el congreso de Unió no bendice la Constitución.

Las discrepancias sobre el texto constitucional no son patrimonio de la federación nacionalista. Los dirigentes de Iniciativa per Catalunya Antoni Gutiérrez Díaz José Luis López Bulla expresaron ayer su opinión favorable en sendos artículos de prensa, mientras que la dirección de la coalición ecosocialista defiende el no.

Gutiérrez Díaz afirma en su escrito: "Pese a la frustración en muchas de nuestras expectativas inmediatas, desde mi experiencia de lucha en el proceso de construcción europea y desde la convicción de que el proyecto de Constitución es una plataforma que mejora nuestras condiciones de avance progresista tanto en el presente como para el futuro, votaré sí en el referéndum".

Opinión contraria mantiene el conseller en cap del Gobierno catalán, Josep Bargalló, quien ayer volvió a reclamar a los catalanes su voto contrario al texto constitucional. "A las cosas que no están bien hechas no se les puede dar su apoyo", afirmó en una entrevista en TV-3.