Los sondeos pronostican una victoria de la oposición democrática en Hong Kong
Los ciudadanos de Hong Kong votaron ayer de forma entusiasta para elegir a sus parlamentarios en unas polémicas elecciones que pusieron a prueba las aspiraciones democráticas de esta antigua colonia del Reino Unido, recuperada por China en 1997, y en las que se prevé que mejore el número de escaños de la oposición a Pekín. Una hora antes de cerrar los colegios a las 22.30 locales (seis horas menos en la Península), el índice de participación ascendía al 49%, cinco puntos más que al finalizar los comicios de hace cuatro años. La cifra de participantes es la mayor registrada hasta ahora en el territorio. El flujo de votantes fue tal que en algunas circunscripciones las urnas se llenaron y se tuvieron que llevar más.
Los 3,2 millones de electores -sobre una población de 6,8 millones- sólo podían escoger a 30 de los 60 parlamentarios que constituyen el Legislativo, ya que los otros 30 son designados por un colectivo reducido de 199.500 electores, pertenecientes a grupos de intereses, como empresarios, médicos o abogados, que normalmente respaldan a los candidatos de Pekín. Las encuestas de televisión a la salida de los colegios pronosticaban victorias significativas de los representantes de la oposición.
Las previsiones apuntan a que los políticos democráticos se harán con alrededor del 75% del sufragio, pero que, dada la idiosincrasia del sistema electoral, no lograrán en conjunto más de 25 a 28 escaños, frente a los 22 actuales. Una victoria democrática situaría en una delicada situación al impopular Tung Chee Hwa, quien fue nombrado máximo dirigente del territorio por un comité respaldado por Pekín, y enviaría un claro mensaje al Gobierno y al mundo: Hong Kong quiere más libertad.
Los candidatos prodemocracia son vistos por Pekín como alborotadores e incluso traidores. Entre las principales figuras de la oposición destacan el líder y el fundador del Partido Democrático, Yeung Sum y Martin Lee, respectivamente. La mayor agrupación pro-Pekín es la Alianza Democrática para la Mejora de Hong Kong, que encabeza Ma Lik.
Los comicios han sido una suerte de referéndum sobre la gestión de Pekín, tras 14 agitados meses en los que se produjeron multitudinarias manifestaciones contra la política del Gobierno central hacia el territorio. Pekín asestó un duro golpe a Hong Kong en abril, cuando negó a los ciudadanos la posibilidad de elegir libremente a su dirigente en 2007 y a la totalidad de los diputados en 2008. Una decisión que, según los críticos, viola los acuerdos alcanzados para la devolución de la ex colonia.
Las elecciones se celebraron en medio de alegaciones de que el Gobierno central ha orquestado una campaña de intimidación y aireado un escándalo sexual de uno de los candidatos del Partido Democrático para barrer a la oposición. La prensa local dio cuenta de las amenazas recibidas por algunos votantes para que se inclinaran por Pekín.
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