El presidente pide que Euskadi no pierda esta "oportunidad" de resolver sus problemas

Zapatero aseguró en Bilbao que también existe un proyecto de renovación para Euskadi dentro del proceso de reformas territoriales que ha abierto en esta legislatura para toda España. "En la España que concibo y estoy dispuesto a llevar adelante caben las aspiraciones de los vascos y el entendimiento profundo de la identidad de este pueblo", dijo en el acto de presentación del secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, como candidato a lehendakari en las elecciones autonómicas de la primavera de 2005.

La puesta en escena, inédita en un acto de este tipo, con la presencia de varios miembros de la Ejecutiva Federal y de secretarios generales de federaciones, y con profusión de ikurriñas en el palacio Euskalduna de Bilbao, reveló lo determinante de la apuesta socialista, que incluye la recuperación de los perfiles más vasquistas del PSE y una propuesta de reforma del Estatuto como "punto de encuentro", según afirmó el candidato Patxi López.

Zapatero insistió en Bilbao en una de las claves de su política: su apuesta por el País Vasco, por lograr encauzar sus problemas en esta legislatura.

Tiempo de paz y concordia

Confesó que "una de las ilusiones más profundas que tenía para dirigir este país era ver el tiempo de la paz y la concordia en el País Vasco". Vinculó la oportunidad que se le plantea al País Vasco a una imagen atractiva de España, al "logro de una España europea, libre de sus atavismos históricos y que supere la cerrazón". Dibujó un País Vasco que "se sienta plenamente confirmado en su identidad y dé la lección al mundo de que también ha sabido entenderse, arrinconar a los violentos y acabar con lo que representa la amenaza a la libertad".

El presidente dijo que vislumbró la posibilidad de alcanzar ese País Vasco con la obtención por su partido del escaño que ocupa en el Congreso Eduardo Madina, secretario general de las Juventudes Socialistas vascas, que perdió una pierna en un atentado terrorista en 2001. Madina, encargado de presentar el acto, se apoyó en el triunfo de Zapatero en marzo para afirmar que Euskadi está "en una ola que nos lleva hacia la libertad, la ciudadanía y los derechos, en cuya cresta va Patxi López". "A por todas" arengó, tras definir a Ibarretxe como "lehendakari del pasado".

Zapatero realizó una reivindicación de las víctimas del terrorismo como "un deber moral de una sociedad sana" y "el acicate para que lo que todos deseamos se cumpla en un breve plazo de tiempo". Su presencia en Bilbao oficializó la candidatura de Patxi López, a quien dijo haber querido dar "el empujón de salida" y presentó como "la alternativa del entendimiento, del futuro y de otro tiempo" en Euskadi.

El presidente del Gobierno se comprometió a mantener el diálogo institucional con el lehendakari Ibarretxe, por encima de la coyuntura preelectoral y llamó a las fuerzas políticas vascas a "mirar al futuro, no al pasado". Zapatero animó a López a creer en la victoria y se puso como ejemplo: "Cuando se tiene la convicción y se piensa en la gente antes que en los rivales", le dijo, "se puede conseguir". El ya candidato del PSE abrió su discurso con un recuerdo a Mario Onaindia y a las víctimas del terrorismo y se presentó como el candidato "de todos" y del cambio "después de 25 años de lehendakaris nacionalistas". López dijo que Ibarretxe está "nervioso" porque su plan "empieza a sonar a disco rayado hasta a su propia gente". El candidato del PSE señaló que con él en Ajuria Enea "no habrá ningún plan López" y que nunca presentará una propuesta unilateral. López alabó el Estatuto de Gernika, pero admitió que no es solución para los nacionalistas y por ello presentó la propuesta de reforma estatutaria del PSE como "el punto de encuentro" para un marco estable que sólo servirá, dijo, "si es pactado".

López aclaró que su propuesta de reforma no será una enmienda de totalidad al plan Ibarretxe sino uno de los ejes de la campaña electoral de los socialistas vascos. Las bases de esa reforma serán el aumento del poder del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, la cesión de la gestión de la Seguridad social, sin romper la caja única y la revisión de las leyes orgánicas que han podido invadir competencias de la comunidad autónoma.