Denuncias sobre la marcha

Ante el conductor bala que adelanta a 200 kilómetros por hora en una zona de riesgo o el típico listillo que sortea una caravana de vehículos colándose por el arcén, los conductores optaban hace unos años por armarse de paciencia o soltar algún improperio. Ahora, con la proliferación de los teléfonos móviles, los Mossos d'Esquadra han constatado un significativo incremento de denuncias por parte de conductores que les comunican conductas de riesgo en la carretera.

"Cada vez recibimos más llamadas, sobre todo advirtiéndonos de conducciones temerarias. Lo más normal es que nos den la matrícula o alguna referencia del vehículo y de la carretera. Cualquier requerimiento es atendido inmediatamente si hay unidades disponibles en la zona", explica Jaume Franco, jefe de Tráfico de Girona.

Ante una denuncia, las unidades de Tráfico intentan pillar en flagrante al conductor. En el peor de los casos, le interceptan unos kilómetros más adelante para denunciarle a través de los testigos de su infracción. "Cada vez existe una mayor sensibilización ante los conductores que ponen en riesgo a los demás. Cada vez son más los ojos que vigilan en la carretera", explica Franco.

El jefe de Tráfico asegura que en ningún caso los agentes menosprecian este tipo de denuncias, que en muchos casos pueden evitar graves consecuencias. "Hemos asumido que no podemos estar en todas partes, de ahí que la ayuda de los usuarios de las carreteras sea esencial en nuestro trabajo", afirma.Dos ejemplos recientes de los buenos resultados que estas llamadas desde el móvil al 088 o al 112. El pasado miércoles un accidente en la carretera A2 originó grandes retenciones. Recibieron una llamada advirtiendo que un conductor estaba avanzando por el arcén para evitar la cola. Una unidad que se encontraba en la zona del accidente consiguió al poco rato ver la actuación del conductor furtivo, en el argot de los agentes de tránsito, y detenerle. También unas semanas atrás recibieron una llamada procedente de una gasolinera del Alt Empordà. Al parecer, el empleado del establecimiento había visto que un camionero aparentemente borracho, que engullía ostensiblemente el contenido de una botella de vodka, se disponía a subir a su camión para continuar la ruta. Una patrulla pudo llegar al lugar antes de que arrancara y una prueba de alcoholemia reveló una tasa que triplicaba el máximo permitido.

"Creemos que la gente cada vez tiene más claro que el pequeño gesto de una llamada puede evitar una desgracia", admite el responsable de Tráfico. Esta supuesta conducta cívica de denunciar a los infractores contrasta con un constante goteo de huidas de conductores responsables de un accidente, en algunos casos con heridos de gravedad o muertos. "Se trata en muchos casos de conductores sin seguro o que se dejan apoderar por el miedo escénico", afirma Franco.

El último de estos casos fue el de un conductor que atropelló a un ciclista en Blanes (Selva). Aunque se detuvo, huyó al poco rato tras explicar que se disponía a aparcar su vehículo. Los Mossos mantienen abierta una investigación para localizarlo.