La reestructuración del pago de los bonos

Los bonos impagados argentinos más negociados han subido a los niveles máximos de los últimos tres meses cuando el ministro de Economía, Roberto Lavagna, anunció que los acreedores que acepten la oferta del Gobierno podrían terminar recibiendo un pago mayor. Así, el Ejecutivo establecerá una cantidad fija de dinero para pagar a los acreedores, que será repartido entre los bonistas que acepten la oferta de reprogramar los pagos de la deuda, que asciende a 100.000 millones de dólares.

"Los bonos están respondiendo a la afirmación hecha por Lavagna de que hay una cantidad fija de dinero para pagar la deuda, de modo que quienes entren en el intercambio podrían obtener tan sólo 25 centavos por dólar invertido", señala Rodrigo Sacca, economista de Stone & McCarthy en Buenos Aires. El plan gubernamental de iniciar la reestructuración este mes y terminarla en enero también está impulsando los precios, asegura Sacca.

Y es que el Fondo Monetario Internacional está estudiando la posibilidad de permitir a Argentina postergar los pagos por segunda vez en menos de dos años sobre una parte de los 2.600 millones de dólares que vencen en 2004, según ha anunciado Rodrigo Rato, director gerente del organismo. "Puede ser algo semejante a lo que están tratando de hacer en Mendoza, comenta Michael Ellis, de Standard Bank London. La provincia argentina de Mendoza, que busca reprogramar pagos de bonos por valor de 250 millones de dólares, ha ofrecido pagar todos los intereses vencidos a los bonistas que aceptaran sus bonos antes del 15 de septiembre y la mitad de los intereses vencidos a los que lo hicieran después de esa fecha.

"Se necesitará algo más que un pequeño pago en efectivo porque las condiciones ofrecidas hasta ahora son simplemente inaceptables para la mayoría de los bonistas", afirma Ellis. "Es bueno ver subir un poco el precio, pero en última instancia no me vuelve mucho más optimista y va a ser un proceso largo y difícil".