La pasión por los monstruos
Los estudios sobre teratología, la deformidad y lo monstruoso, han conocido nuevo empuje gracias a la publicación póstuma de Los anormales, de Michel Foucault, sus clases de 1974-1975 en el College de France. En español el interés actual por las representaciones de lo insólito y diferente había sido anticipado por la espléndida colección de Heterodoxos que Javier Ruiz dirigió en la Editora Nacional.
La coincidencia de una serie de estudios sobre las representaciones culturales de lo insólito y extraño demuestra que en los últimos años el tema alcanza un rango de conocimiento y formalidad tan válido como cualquier otro sistema de representar y documentar la naturaleza humana. La historia española de esas representaciones ha empezado con brío. Trabajos recientes como los de Fernando R. de la Flor y Jon Juaristi recuperan varias fuentes de esa enciclopedia del imaginario español.
Elena del Río Parra, profesora del Siglo de Oro en la Universidad Estatal de Georgia, en Estados Unidos, ofrece una documentada historia cultural de lo monstruoso como forma de la imaginación barroca. No se trata ya sólo de los monstruos de Calderón o de los monstruos de la razón, sino de las formas del cuerpo y su lugar en la plaza pública y la literatura de cordel; así como de lo agigantado en Góngora, el lugar de lo feo en el barroco, y el papel del hermafrodita en el imaginario crepuscular del siglo XVII.
Partiendo de los tratados de la época, la literatura médica y la iconografía científica, este libro traza la construcción del "monstruo" como dilema moral, enigma médico, augurio popular y tropo literario.
Elena del Río Parra sugiere la gravitación de los pliegos y la iconografía en el contexto y actualidad de las piezas de Lope de Vega. Y explica la conversión del niño monstruoso en objeto de circo como parte de la pobreza de la época. La ecuación económica y el carácter de plaza pública del monstruo limitan con su corta vida, pero ello sólo acentúa su exposición por parte de su familia.
Erudito y bien escrito, este libro tiende puentes críticos entre la historia cultural y la literatura. Y logra restablecer, ante las normas de sanción y los sistemas de control, el lugar excluido y marginal de una zona aún poco conocida de la imaginación española.
El monstruo es, al final, una imagen barroca porque toda una época se mira en ese espejo. Entre la tradición y la modernidad, lo "anormal" parece descubrir así la estética de una dramática transición.
Una era de monstruos. Representaciones de lo deforme en el Siglo de Oro español. Elena del Río Parra. Universidad de Navarra y Vervuert. Madrid, 2004. 312 páginas. 38 euros.
