La crisis del sector naval endurece el discurso político

Desde que el presidente de la SEPI, Enrique Martínez Robles, desglosó el pasado martes a los sindicatos los planes sobre el futuro de Izar, algunos cargos públicos gaditanos han radicalizado su discurso.

La portavoz del PP en San Fernando, Carmen Pedemonte, ha pedido que se suspenda el acto en el que los ponentes de la Constitución española de 1978 recibirán, el próximo 24 de septiembre, el segundo Premio de las Cortes de la Real Isla de León. "San Fernando no está para celebraciones", explicó.

El alcalde de esta localidad y diputado autonómico por Cádiz, el andalucista Antonio Moreno, ha creado un gabinete municipal de crisis, ha llamado a la movilización vecinal, se ha colocado detrás de los cortes de carretera con barricadas ardiendo y ha sugerido la convocatoria de una huelga general. "Estoy donde tengo que estar, que es el lugar de las personas que se preocupan de la ciudad en la que viven o dirigen", justificó Moreno su presencia en las protestas de los trabajadores. El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, no está muy de acuerdo. "Hasta ahora, la línea que está siguiendo Antonio Moreno no es precisamente la de ayudar a los problemas. Creo que el alcalde es una persona que tienen una dilatada trayectoria política y espero que aproveche esta ocasión para colaborar, quitar tensión y propiciar que el derecho legítimo de los trabajadores a la protesta vaya por cauces que sean admisibles", afirmó.

Más vehemente sobre una posible huelga general ha sido el líder del PSA, Pedro Pacheco. "Hay que convocarla ya", espetó. IU ha anunciado que sus cargos públicos secundarán encierros en las instituciones.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, se ha sumado al carro de las protestas al afirmar que "todo lo malo para San Fernando es malo para Cádiz y la Bahía". La plantilla isleña se fusionará casi con toda seguridad con la de Puerto Real.