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Alemania rechaza nuevas medidas de ajuste del gasto para no ahogar el crecimiento

Eichel critica las subidas de precios "ilícitas" por parte de las petroleras

El ministro federal alemán de Hacienda, el socialdemócrata Hans Eichel (SPD), rechazó ayer ante el Parlamento Federal (Bundestag) aplicar un nuevo paquete de medidas de ahorro presupuestario hasta que no se consolide la coyuntura económica. Reconoce Eichel que el crecimiento previsto de la economía alemana, que se estima entre un 1,5% y un 2%, se basa en las exportaciones, pero la coyuntura interna no ha reaccionado todavía. Según el ministro, se producen caídas de ingresos fiscales en todos los frentes, Gobierno federal, de los Estados federados, los ayuntamientos y los seguros sociales, pero "nos encontramos en el punto de inflexión de la coyuntura y si salta la chispa en la demanda interior, que es el talón de Aquiles, tendremos mejores cifras en la recaudación de impuestos".

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En el primer día del debate sobre los presupuestos para 2005 en el Bundestag en Berlín, Eichel aprovechó la oportunidad para criticar de forma inusitada y con dureza a los consorcios petroleros y otras empresas por su política de precios. Según Eichel, se aprovechan de la subida del crudo para alzas "ilícitas" y abusivas de precios que son inaceptables. El ministro de Hacienda alemán sostiene que los grandes organismos internacionales, como el G-8 y el Fondo Monetario Internacional, son los foros adecuados para debatir sobre estas prácticas especulativas.

Las palabras de Eichel no conmovieron a la oposición de derecha en el Bundestag. Portavoces de la democracia cristiana (CDU/ CSU) y liberales (FDP) atacaron el proyecto de presupuesto de Eichel y lo calificaron de "papel mojado" y de "vender humo". También acusaron al ministro de haber "provocado la mayor crisis financiera y presupuestaria desde 1949", el año de fundación de la República Federal de Alemania.

Eichel llegó al cargo en la primavera de 1999 como un Mesías para sustituir al izquierdista Oskar Lafontaine. Desde entonces a Eichel todo se le ha torcido hasta el punto de que le han puesto el mote de El señor de los agujeros en referencia a los que aparecen en cada intento de cerrar un presupuesto. Ante el Bundestag, Eichel siguió ayer la táctica de ponerse la venda antes de la herida y advirtió contra los riesgos de hacerse demasiadas ilusiones de que llegue la esperada recuperación de la renqueante economía alemana. Admitió el ministro que su proyecto de presupuesto está preñado de riesgos.

Un experto del Instituto de Investigación Económica (DIW), Dieter Vesper, se encargaba de enumerarlos en las páginas del amarillista Bild Zeitung: 1) Debido a la débil coyuntura, 2.000 millones de euros menos de ingresos sólo en el ámbito del Gobierno federal. 2) Duda sobre que el sistema de peaje en las autopistas funcione de forma correcta a partir del 1 de enero y vaya a aportar los ingresos previstos de 1.500 millones de euros. 3) Las privatizaciones planeadas, la llamada vena de las joyas de la abuela, puede que no aporten los esperados 15.400 millones. 4) La reforma del mercado laboral en marcha supone un incremento de gastos de 2.200 millones de euros.

El presupuesto prevé gastar 258.300 millones de euros, financiados con los ingresos ordinarios más un endeudamiento de 22.000 millones. Con 22.800 millones para nuevas inversiones se cumpliría el precepto constitucional que exige destinar más dinero a las inversiones que al endeudamiento. La oposición considera que esto es papel mojado y además que Alemania tampoco podrá cumplir con el Pacto de Estabilidad en 2005 y el déficit público rebasará de nuevo la barrera del 3% del PIB.

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