Una terrorista suicida mata a nueve personas junto a una estación de metro de Moscú
Las autoridades rusas movilizan a 24.000 policías en previsión de más atentados
Al menos nueve muertos y más de cincuenta heridos dejó ayer un atentado cometido aparentemente por una suicida que también murió en el ataque junto al metro Rízhskaya en Moscú. El estallido, que se produjo minutos después de las ocho de la tarde, hora local (dos horas menos en la España peninsular), provocó el incendio de dos automóviles y alcanzó a la gente que entraba en el metro, al tiempo que rompía los cristales de una tienda cercana causando varios heridos. La cifra de muertos puede aumentar, ya que, de las 18 personas hospitalizadas, 12 estaban anoche en estado crítico.
Un grupo islámista, las Brigadas Islambuli, reivindicó en una página de Internet el atentado.
Los socorristas del Ministerio de Situaciones de Emergencia y los agentes del Servicio Federal de Seguridad llegaron casi de inmediato al lugar de los hechos y, aunque en los primeros momentos no se sabía si se trataba de un atentado, en la mente de todos estaban las catástrofes aéreas ocurridas el martes 24 de agosto por la noche, provocadas por bombas que explotaron a bordo de los aviones Túpolev.
La televisión rusa NTV mostró imágenes del lugar donde se produjo la explosión en las que se veían dos automóviles ardiendo y cuerpos inertes y ensangrentados en la acera. Las ambulancias que llegaron a la estación de metro comenzaron a prestar los primeros auxilios a los heridos directamente en la calle.
La principal versión que estudia la policía apunta a que la explosión de ayer fue provocada por una mujer suicida chechena. De acuerdo con datos preliminares, el artefacto explosivo estaba relleno de tuercas y pernos para causar el mayor daño posible. Según fuentes de los servicios especiales, hay un testigo que dice haber visto cómo una mujer se inmolaba junto a la boca del metro. La kamikaze se dirigía a la estación del metro, cuando vio que policías estaban revisando los bolsos de la gente, y entonces se dio media vuelta y, segundos después, se produjo la explosión, según el testigo.
La versión de que la bomba no fue colocada bajo el Lada ni el Audi que se incendiaron, sino que fue detonada por una guerrillera suicida, se ve reforzada por el hecho de que junto a los automóviles se han hallado fragmentos pertenecientes a una mujer, y en los cristales de un Mercedes, que se encontraba a unos 150 metros, había cabellos pegados pertenecientes al mismo cuerpo que los mencionados fragmentos. Sin embargo, no se excluye que después de que la mujer se inmolara se produjera otra explosión bajo uno de los coches. La Fiscalía de Moscú ya ha abierto una causa criminal por "terrorismo".
De acuerdo con informaciones aparecidas en la prensa rusa, junto con las dos suicidas que activaron las bombas en los aviones rusos, desde Chechenia a Moscú salieron otras dos kamikazes. El mismo día 24 de agosto por la tarde, antes de que se produjeran las catástrofes aéreas, hubo una explosión junto a una parada de autobuses en la carretera Kashírskaya, que conduce al aeropuerto de Domodédovo. Según se cree, habría sido una maniobra calculada para desviar la atención y producir embotellamientos en el camino al aeropuerto. Las autoridades moscovitas se han tomado en serio la posibilidad de nuevos atentados y han movilizado a 24.000 efectivos para velar por la seguridad de la capital en vísperas de la fiesta de ciudad, que debe celebrarse esta semana.
Moscú ha sido blanco de numerosos atentados en los últimos años, la mayoría atribuidos a la guerrilla separatista chechena, que ha usado a terroristas suicidas. La explosión junto al metro Rízhskaya se produce sólo dos días después de que se celebraran elecciones a presidente del régimen prorruso de Chechenia.
Los separatistas no reconocen los comicios, que califican de una farsa, y han prometido continuar su lucha contra los "ocupantes y colaboradores". La guerrilla ha apostado últimamente por los atentados terroristas como el medio más eficaz para golpear a los rusos.
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