El concejal de Urbanismo de Tarragona se dice víctima de un linchamiento político

El concejal de Urbanismo de Tarragona, Àngel Fernàndez (CiU), hizo ayer sus primeras declaraciones públicas tras estallar el escándalo urbanístico de Terres Cavades, y aseguró que su actuación en todo el proceso ha sido "éticamente incuestionable y estéticamente intachable". El concejal se vio forzado el pasado viernes a presentar su dimisión -el alcalde, que está de viaje fuera de España, aún no se la ha aceptado- tras verse involucrado este verano la mayor polémica de los últimos años en el consistorio tarraconense debido a que su hermano, Juan Fernàndez, posee el 9,8% de la empresa que construirá las 4.872 viviendas proyectadas en Terres Cavades y tiene más de nueve hectáreas de terrenos en la futura urbanización. El edil aseguró que ha sido víctima de un "linchamiento político" y añadió que su actuación, que ahora estudia el Tribunal Superior tras una denuncia de ERC, se ha movido siempre dentro de la legalidad. "Todo el mundo sabe que lo que es legal es ético", sentenció.

En su comparecencia ante la prensa, leyó una declaración, no admitió preguntas y apareció rodeado de varios concejales de Convergència. Fernández subrayó su agradecimiento al partido por el apoyo mostrado, sin mencionar a sus socios de federación, Unió Democràtica, ni a sus socios de Gobierno, el PP. Sin embargo, a la rueda de prensa, además de la ausencia del alcalde, resaltaba la del portavoz del Ejecutivo local, presidente de la Diputación provincial y anunciado sucesor de Nadal a la alcaldía, Joan Aregio. Fernàndez cargó las tintas contra el PSC, a quien acusó de "no haber dicho ni cuatro frases sobre Terres Cavades durante las comisiones informativas", y acusó a ERC e ICV de estar "paralizando" proyectos urbanísticos positivos para el conjunto de la ciudadanía.