Bolsas sin confianza
Petróleo caro y tipos al alza amenazan la recuperación de los beneficios empresariales iniciada el pasado año
A la vuelta de las vacaciones, los inversores se van a encontrar unas Bolsas castigadas por la subida del precio del petróleo y que se sitúan en la frontera entre las pérdidas y las ganancias anuales. Los mercados están atenazados por la fuerte subida del petróleo y por el alza de los tipos de interés en Estados Unidos, que amenazan la recuperación de los beneficios empresariales iniciada en 2003 y que llevó a la Bolsa española a ganar el 28% el pasado año. Hasta que no desaparezcan las incertidumbres, los analistas ven difícil una ganancia en Bolsa, aunque también apuntan que los niveles actuales son sólidos. La renta fija (bonos, obligaciones) tampoco aportará grandes réditos a los capitales y habrá que buscar fórmulas imaginativas como la gestión alternativa para obtener ganancias antes de que acabe este complicado año.
La evolución de las bolsas en el año refleja el temor de los inversores a que el actual ritmo de crecimiento de los beneficios no sea sostenible
La suave mejoría de las Bolsas en las dos últimas semanas no oculta el mal de fondo de la desconfianza que persigue a los mercados en todo el año. Las grandes bolsas (Estados Unidos, Londres y Alemania), con la excepción de Japón, se encuentran en negativo pese a haber acumulado revalorizaciones aceptables hasta el pasado mes de abril. Los datos contradictorios en la economía estaodunidense y las bajas cifras de crecimiento en las europeas no dejan del todo claro si la mejoría vivida en 2003 es sólida o se trata de flor de un día.
Los analistas se han inventado ese concepto de movimiento lateral para indicar que una cosa avanza y retrocede para llegar siempre al punto de partida. Pues así se encuentran las bolsas occidentales en lo que va de año. Las ganancias acumuladas hasta abril se han esfumado y, ahora, en el mejor de los casos -por ejemplo, la Bolsa española- el índice ofrece una mínima ganancia.
Las incertidumbres sobre el petróleo y los tipos de interés han puesto freno a la mejoría de las acciones. Estados Unidos ha elevado por dos veces el precio del dinero, que se sitúa en el 1,5%, poniendo fin a un periodo de mínimos históricos en los tipos de interés. La Eurozona se mantiene firme en el 2%, pero nadie duda de que tarde o temprano habrá que ajustarlos al alza. Históricamente, cuando se ha producido un proceso alcista de tipos de interés, la tendencia de los mercados de renta variable ha sido discreta durante los seis meses siguientes y sólo se ha reactivado cuando los inversores han podido observar que pese al alza de los tipos el crecimiento económico se mantenía.
Costes financieros
El encarecimiento de los costes financieros y también de los energéticos se convierten en el cóctel perfecto para rebajar o poner freno a la recuperación de los beneficios empresariales que comenzó en 2003 y que tuvo tan excelentes consecuencias. La Bolsa española subió el 28% después de tres ejercicios de fuertes pérdidas. Una importante subida que precisa del carburante de buenos resultados para prolongarse durante este ejercicio. Los analistas ya hablan de un mal tercer trimestre para las ganancias y dilatan su previsión hasta el cierre del ejercicio si continúan las tensiones alcistas sobre el crudo.
"El elevado precio del petróleo entendemos que supone un obstáculo añadido que dificulta a medio plazo mantener la inflación controlada y que va a obligar a la Reserva Federal (Fed) estadounidense a elevar el ritmo de subida de tipos de interés más de lo que inicialmente estaba previsto. Nuestra previsión es que la Fed suba los tipos hasta el 2% este año y hasta el 3,25% en 2005", explica Jordi Padilla, director de renta variable de Atlas Capital Patrimonio.
Y añade: "El temor a que el ritmo de crecimiento se modere y los beneficios empresariales crezcan a ritmos más lentos en los próximos trimestres son razones más que suficientes para que los inversores hayan frenado el drenaje de dinero hacia el mercado de acciones".
Las elecciones de noviembre en Estados Unidos son otro argumento para la desconfianza. Además de lo incierto en el resultado electoral y la lectura que haga Wall Street, existe un temor importante a que se produzcan atentados terroristas para influir en los votantes estadounidenses.
"Creemos que las bolsas están por el momento bien valoradas y el movimiento lateral continuará en los próximos meses. Tampoco encontramos motivos para pensar que el mercado va a entrar en una tendencia bajista", explica Jordi Padilla.
Miguel Jiménez, analista de Renta 4, distingue entre el corto y el largo plazo en su visión del mercado. A corto aprecia que la mejoría vivida esta semana responde únicamente a un rebote técnico que se ha producido con muy escaso volumen de negocio y, por tanto, con poca consistencia. "A medio plazo vemos potencial al alza y consideramos que la Bolsa se encuentra infravalorada. Eso sí, hay que conocer con precisión el impacto que sobre la economía tiene la subida del petróleo. Un impacto que afecta tanto por el lado del crecimiento económico como por los tipos de interés. Y estas dudas se prolongarán durante meses. Las tensiones inflacionistas derivadas de las alzas del crudo serán negativas para las bolsas", argumenta.
Estos movimientos laterales que han permitido a la Bolsa española ganar un 8% en el año para luego perderlo son aprovechados por los operadores de día a día, los conocidos como traders. Esta estrategia de inversión que también puede aplicarse a periodos de tiempo más largos busca una ganancia, fijando unos niveles de entrada y otros de venta, una vez que se alcance un precio determinado. Por ejemplo, si se apuesta al índice, el inversor entraría en 7.700 puntos y vendería cuando el indicador tocase los 7.900 puntos. Lógicamente, se aplica también a valores concretos, teniendo en cuenta la marcha del indicador.
Se basa en ganar poca cantidad, pero muchas veces. La situación actual de las Bolsas hace recomendable esta estrategia, pero sus inconvenientes -estar continuamente atentos a los suelos y techos alcanzados por el valor, multiplicar las comisiones y soportar el peor trato fiscal- la complican para el pequeño inversor.
El brillo del dividendo
Asumiendo este escenario en los mercados, otra posibilidad para sacar rendimiento a las acciones es apostar por aquellas que ofrecen una elevada rentabilidad por dividendo. Esta ganancia surge como resultado de los pagos anuales que hacen las compañías para retribuir al capital en relación con su precio de cotización. Por tanto, si el dividendo es constante o creciente y el precio de la acción baja, se produce una subida importante que hay que comparar con la ganancia que se obtendría en otros activos o productos bancarios.
Pues bien, la caída de las bolsas en los últimos meses ha permitido que las rentabilidades por dividendo vuelvan a ser un argumento de compra muy interesante. No sólo empresas de pequeña o mediana capitalización como Lingotes Especiales, Hullas o Dinamia ofrecen rentablidades superiores al 5% anual. También en el selecto grupo que conforma el Ibex 35 se encuentran oportunidades muy interesantes para esperar tranquilo a que se despeje el sombrío panorama bursátil.
ACS Dragados ofrece una ganancia por este concepto del 5,9%, en TPI roza el 5% y Endesa o Gamesa daban esta misma semana ganancias superiores al 4,5%. Los grandes bancos (SCH y BBVA), y también el Popular, están rentando más del 3,5%, cuantía nada despreciable si se compara con los tipos de la deuda pública a un año e, incluso, compiten con plazos más largos.
"Por clases de activos tendrán un mejor comportamiento las grandes compañías frente a las pequeñas compañías y recomendamos especialmente las sociedades con una elevada rentabilidad por dividendo" explica el experto de Atlas Capital.
Los analistas de Ahorro Corporación indican que los mercados mantienen desde comienzos de año un movimiento lateral sin acabar de consolidar el rallye iniciado en 2003.
Bolsa más barata
Ahora bien, aprecian que en el año se ha producido un abaratamiento de las bolsas que son ahora más atractivas. "Desde el mes de enero, el PER (número de veces que el precio contiene el beneficio) sobre los resultados estimados del índice Standard & Poor's 500 ha caído desde 18,25 veces hasta las 15,7 veces de ahora, como consecuencia del espectacular crecimiento de los beneficios empresariales y el comportamiento plano del mercado", señalan en su último informe.
La explicación que encuentran estos analistas a este comportamiento de la Bolsa, por encima de los elevados precios del petróleo o la inestabilidad geopolítica, es el miedo de los inversores a que el actual ritmo de crecimiento de los beneficios no sea sostenible.
"Parece que las bolsas han comenzado a enfrentarse a la triste realidad de que el boom de crecimiento y beneficios que hemos vivido hasta ahora no es sostenible y que la economía deberá crecer a un ritmo más sostenido en el futuro. Esta situación puede significar que en los próximos meses veamos un comportamiento lateral en los índices de renta variable. Más adelante, el crecimiento de los beneficios y el aumento de los tipos de interés -que mejora las primas de riesgo- permitirá nuevos aumentos en los precios de los índices", comentan.
El resto de inversiones financieras tampoco muestran un gran atactivo. Pese a la confusión sobre la marcha de los tipos en directa relación con la recuperación o no de las economías, existe coincidencia en que subirán, aunque el ritmo en las alzas lo marcará la pujanza económica y también el precio del petróleo.
Esta tendencia desaconseja entrar en bonos de larga vida, que, lógicamente, se verán afectados por una subida de las rentabilidades que conlleva una caída de sus precios. Así, los que opten por renta fija deberán colocar su dinero en activos a corto plazo, a sabiendas de que las rentabilidades ni siquiera podrán cubrir la depreciación de su dinero, fruto de una inflación superior.
Buena disposición de los países emergentes
Con las principales bolsas mundiales en negativo, los países emergentes han tenido un comportamiento bastante bueno, aunque con notables diferencias. Destacan los países del Este europeo que ya conforman la Europa de los Veinticinco. La Bolsa checa ha subido el 20%; Hungría, el 28%, y Polonia el 15% en lo que va de año.
También se han producido alzas importantes en los mercados latinoamericanos. Destaca Méxcio, con un 15,6% de subida, y Venezuela con el 19,7%. Un reciente estudio del BBVA destaca que "las principales economías de la región están registrando tasas de crecimiento importantes y sólidos datos macroeconómicos". Éste es el caso de México, cuya actividad fabril se está recuperando de forma sorprendente e, incluso, las deslocalizaciones de empresas que se habían producido en los últimos años -mayoritariamente a China- se han frenado y se está produciendo el efecto inverso de vuelta de las multinacionales al país.
Además, tal como apuntan desde el banco holandés ABN Amro, las alzas del precio del crudo beneficiarán a los mercados latinoamericanos porque son exportadores netos de petróleo, por lo que el impacto económico sobre la región será previsiblemente positivo. Estos analistas consideran que la región está bien colocada de cara a la situación económica actual.
En los emergentes asiáticos, sin embargo, el comportamiento es mucho más modesto e, incluso, se registran fuertes pérdidas, como en el caso de la Bolsa tailandesa, que se ha dejado en el año el 22% de su valor.
Los expertos apuestan por estas economías que se beneficiarán de la recuperación mundial. Pero las dudas se centran en los mercados de renta fija con las subidas de tipos de interés en Estados Unidos, que hacen menos atractivas sus emisiones de deuda, ampliando los diferenciales que mantienen. Estos mercados de deuda son muy sensibles a subidas de tipos de interés que exagerarían el comportamiento normal de subida de tipos y ajuste en el precio de los bonos.
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