Caminar por el agua
Descalzos, con el agua cubriendo sólo hasta las rodillas. Así se ha mariscado y se ha pescado durante décadas en el delta gracias a unas aguas que apenas cubren dos palmos en las bahías. Abrir la pesca al turismo permitiría al público redescubrir unas artes poco conocidas participando de la pesca.
De momento, la oferta aún no está definida, pero los pescadores están dispuestos a organizar de forma estable varios tipos de excursiones para adaptarlas a la demanda. Así, ofrecerían salidas en barcas de arrastre, pesca nocturna de langostinos o pesca "a paupa", una modalidad prácticamente extinguida en la que se atrapan los peces con las manos caminando entre aguas poco profundas. Cangrejos, algas, caparazones de múltiples moluscos y un paisaje privilegiado junto a la zona protegida de la barra del Trabucador completan una visita que los pescadores esperan que sea un negocio estable dentro de un año y medio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.