Elorza descarta el Gipuzkoarena y rebaja el alcance de la reforma de Anoeta

La Real Sociedad no verá hecha realidad su aspiración a convertir el estadio municipal de Anoeta en un lujoso campo de fútbol escoltado con cuatro torres destinadas a un hotel y otros usos terciarios. El denominado Gipuzkoarena, que impulsa el club donostiarra, ya no cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento, propietario de la instalación. El alcalde, Odón Elorza, afirmó ayer que la remodelación del recinto deportivo propuesta por la Real debe dar "un giro importante" y rebajar "bastante" su impacto.

La Real presentó en enero la maqueta de Gipuzkoarena, un operación urbanística valorada en 102 millones de euros consistente en eliminar las actuales pistas de atletismo y aumentar en 10.000 localidades el actual aforo del campo (32.000). La Real pretendía financiar el coste con la explotación de 68.000 metros cuadrados de uso comercial. La propuesta recibió el rechazo de vecinos, comerciantes y particulares. La Diputación, en cambio, vio con buenos ojos la iniciativa.

Elorza anunció que el Ayuntamiento presentará en los próximos días a la Real, la Diputación y a los grupos políticos municipales una propuesta con "cambios significativos" respecto al Gipuzkoarena. Se trata, explicó, de "una solución razonable, realista, transparente y rigurosa", que rebaja el impacto de la iniciativa realista. E insistió en que su ejecución no repercutirá en las arcas locales.

El regidor, apoyado en informes realizados por los técnicos que están redactando el Plan General de la ciudad, abogó por replantearse la ampliación de Anoeta desde el entendimiento entre el Ayuntamiento, la institución foral y la Real Sociedad. "Estoy seguro de que la Real lo aceptará, porque esto es lo que hay y no hay más", afirmó Elorza. "O lo dejamos para siempre y este proyecto se muere, desaparece y no avanza, o, si avanza, tiene que hacerse en condiciones bien diferentes" a las de Gipuzkoarena, concluyó.