Lino alivia el dolor
La medalla de bronce en longitud palía el daño sufrido por la derrota de España contra Estados Unidos en baloncesto
Joan Lino Martínez consiguió la medalla de bronce en salto de longitud un mes después de nacionalizarse español. Cubano de nacimiento, reside en Guadalajara desde hace cuatro años. Su matrimonio con una española le ha permitido obtener el pasaporte después de un largo proceso burocrático, entre penalidades que ha resuelto con paciencia y sin perder su horizonte como atleta.
Dirigido en Madrid por Juan Carlos Álvarez, el técnico que durante un año se ocupó de supervisar a Yago Lamela, Lino Martínez confirmó en Atenas la idea que se tenía de él: un saltador con buenas posibilidades de conseguir una medalla. La obtuvo con un salto de 8,32 metros en su segundo intento.
Lamela, el atleta que puso la longitud en el mapa del deporte español, sólo saltó 7,98 metros. Su debilitado tendón izquierdo le impidió luchar con alguna garantía en la final. Venció el estadounidense Dwight Philips, favorito por aclamación, con 8,59 metros.
La final de 200 metros fue buena, pero no excepcional. Shawn Crawford, atleta que se hizo famoso por enfrentarse a cebras y jirafas en programas de televisión, ganó con una claridad meridiana. Su marca, 19,79s, devuelve algo de prestigio a una prueba masacrada por el récord mundial de Michael Johnson en Atlanta 96. Aquellos 19,32s pesan demasiado sobre unos especialistas que temen verse comparados con el autor de aquel registro inalcanzable. El podio fue norteamericano de arriba abajo. Bernard Williams ocupó el segundo puesto y Justin Gatlin el tercero. La carrera significó el final de Frankie Fredericks como atleta. Uno de los más grandes de la velocidad se va con toda la dignidad. Cuarto en Atenas, Fredericks permanecerá en el recuerdo como un atleta magnífico y un deportista de ley.
El día tenía un significado especial para el baloncesto español. La selección se enfrentó a Estados Unidos en medio de una atención que no se conocía desde los años 80. El partido estuvo a la altura de las expectativas, pero la derrota deja a España fuera del combate por las medallas. El base Stephon Marbury destruyó a la selección con sus triples. En el lado español, Pau Gasol ratificó que es una estrella del baloncesto mundial con una actuación que mereció los elogios de sus rivales, con el técnico Larry Brown a la cabeza.
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