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Un detenido, muy grave al ser arrollado tras fugarse de un coche patrulla

Corría por la A-42 después de escapar por una ventanilla

F. Javier Barroso

Un joven marroquí que fue detenido por agentes de la comisaría de Getafe, Abdelhuahid Alaci, de 20 años, logró romper la ventanilla del coche patrulla en el que era trasladado y huir por la autovía de Toledo (A-42). Tras cruzar los carriles de entrada a la capital, saltó la mediana, momento en el que fue arrollado por un coche. Anoche estaba ingresado con pronóstico muy grave en el hospital 12 de Octubre.

Los hechos ocurrieron sobre las 16.40 de ayer, cuando el vehículo patrulla circulaba a la altura del kilómetro 10,900 de la autovía de Toledo. El detenido, nacido el 1 de enero de 1984, era conducido al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) que tiene la Jefatura Superior de Policía de Madrid en la calle de la Tacona, en el distrito madrileño de Moratalaz. Se cumplía un auto dictado por el magistrado del juzgado número 4 de Getafe, que ordenó su internamiento en el CIE.

El detenido iba con las esposas puestas y el vehículo llevaba las puertas cerradas para evitar que el detenido saliera corriendo o se fugara. El coche policial iba por el carril central (en ese punto hay tres, más el arcén) cuando el agente que conducía se dio cuenta de que el detenido había roto de una fuerte patada la ventanilla izquierda de la parte posterior del patrulla. En ese momento, el detenido tenía la mitad del cuerpo fuera, con el consiguiente peligro para su integridad física.

El policía conductor hizo una brusca frenada de emergencia y dirigió el coche hacia el arcén para intentar que Abdelhuahid Alaci no se saliera del vehículo y fuera arrollado. Para ello utilizó el desvío de entrada a un acceso situado en ese punto. Pero, antes de que el vehículo se detuviera, el reo había saltado del coche, que quedó destrozado e inutilizado ya que chocó contra un quitamiedos, según informó ayer un portavoz de la Jefatura Superior de Policía.

El detenido salió corriendo esquivando a los coches que circulaban por los carriles de entrada a la capital. Los agentes echaron a correr tras él e hicieron señales a los conductores de que se detuvieran, lo que provocó escenas de gran tensión y de pánico entre algunos ocupantes. Llegaron a pensar que el atropello era inevitable por la forma de actuar del detenido.

Pese a llevar los grilletes puestos, Alaci logró llegar hasta la mediana sin sufrir un rasguño. En ese momento, se aupó a la valla separadora y cruzó al lado contrario. Un turismo que iba por el carril izquierdo lo arrolló, sin que le diera oportunidad a frenar. Algunas fuentes apuntan a que un segundo vehículo que iba tras éste también se lo llevó por delante, lo que agravó las heridas que sufría.

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El joven marroquí quedó tirado en el carril izquierdo, malherido y sangrando abundantemente. Los agentes avisaron por su emisora de lo que acababa de ocurrir. También pidieron ayuda sanitaria. Al lugar acudió un vehículo de intervención rápida del Summa, que atendió en primera instancia al herido.

Fractura de cráneo

Alaci se encontraba inconsciente, sangrando por los oídos, con un fortísimo golpe en la cabeza, con fractura de la base del cráneo y con los fémures partidos, según informó un portavoz de Emergencias 112. Los médicos lograron estabilizar al herido y lo trasladaron intubado en una ambulancia del Sermás al servicio de urgencias del hospital 12 de Octubre. Su pronóstico era muy grave, según fuentes hospitalarias.

Un portavoz policial explicó que Alaci había sido detenido en seis ocasiones por diversos delitos contra el patrimonio (robos). De hecho, estos antecedentes fueron los que motivaron la orden de ingreso en el Centro de Internamiento de Extranjeros.

Llamadas de alerta al teléfono 112

Las primeras llamadas informando del atropello de Abdelhuahid Alaci llegaron a través del teléfono de emergencias 112. Los diversos comunicantes hablaban sólo de que una persona que había intentado cruzar los seis carriles de los dos sentidos de la autovía de Toledo (A-42) había sido arrollada por un coche al que no le dio tiempo a frenar.

Sin embargo, el suceso era aún más grave, ya que se trataba de un joven que huyó de un coche patrulla. Fuentes policiales explicaron ayer que los médicos del hospital 12 de Octubre no temían, en principio, por su vida, salvo posteriores complicaciones.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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