Los españoles ilusionan
Reyes Estévez, Álvaro Fernández y Juan Carlos Higuero buscan hoy un puesto en la final de los 1.500
Cualquier lego total en la materia a quien le entregaran los nombres de los 24 atletas que hoy disputarán las semifinales de los 1.500 metros y junto a los nombres, en la columna de al lado, la mejor marca que han realizado en el transcurso de esta temporada y le pidieran que de entre todos ellos eligiera, escogiera, a los doce que, a su juicio, pasarían a la final seguramente no incluiría en su elección ni a Reyes Estévez, ni a Álvaro Fernández ni a Juan Carlos Higuero, los tres mediofondistas españoles que participan en la prueba.
La razón sería bien sencilla. En un año en que, junto a los bajones de forma del marroquí Hicham el Guerruj, el intocable, y la sexta marcha que ha impuesto a su rendimiento el keniano Bernard Lagat, la noticia del 1.500 ha sido la increíble proliferación de atletas que han bajado de los 3m 33s, ni Estévez, ni Fernández, ni Higuero, ninguno de los tres españoles comparecientes, se ha acercado a esa marca.
Estévez sabe correr y cambiar de ritmo, es fuerte, no se deja intimidar, tiene hambre...
Sin embargo, un experto, ante los mismos datos, primero haría preguntas, se informaría, pediría que le contaran cómo habían sido las primeras series..., y concluiría que el atletismo no sólo son las marcas, que los Juegos Olímpicos son otra cosa, que esto es pura competición al más alto nivel y que tan sólo los que han preparado cuidadosa, concienzudamente, la prueba, sin distraerse en mítines, carreras con liebres y búsqueda de marcas, triunfan en ellos. Y diría: "¡Ojo con los españoles! ¡Ojo, sobre todo, con Reyes Estévez!". Aunque no haya bajado de los 3m 35s este verano, lo cierto es que sabe correr, sabe cambiar de ritmo, es fuerte, no se deja intimidar, tiene hambre...
Mientras atletas como Heshko, el ucraniano que ya triunfó en los Mundiales en pista cubierta de Budapest; Kauch, marroquí; Lagat, su compatriota Songok; Bukensa, argelino; East, británico; Ramzi, marroquí naturalizado en Bahrein, que derrotó a El Guerruj en Roma; Bulehfane, otro argelino; Kiptanui, keniano; Silva, portugués; Wendimu, etíope; El Guerruj, o Willis, neozelandés, se han multiplicado en el verano, han gastado energías en marcas impresionantes, Reyes Estévez, a quien cada vez le da más pereza la historia de los mítines; Fernández -3m 33,66s como mejor marca de su vida, lograda hace un mes-, que afronta ilusionado su primera gran cita, e Higuero -3m 34,48s este año, aunque ya bajó, más joven, a los 3m 31s-, que todavía anda en pos de su identidad, han buscado el enclaustramiento, el entrenamiento, la desaparición de la escena. Para ellos, el protagonismo sólo debe estar en Atenas.
Estévez, por ejemplo, aparte de sus sesiones cotidianas en el bosque de Valonsadero, en Soria, con su entrenador, Enrique Pascual, ha hecho alguna escapada a Ifrane, al paraíso de cedros en el Atlas marroquí donde se entrena El Guerruj, y se ha sometido, casi masoquista, a duras sesiones de velocidad. Gracias a eso recuperó el título de campeón de España. Gracias a eso impresionó por su poderío físico y su cambio en la primera serie, la de los callejones del Bronx.
Así se presentan las semifinales -cinco de los participantes pasarán por posiciones directamente a la final más los dos mejores puestos-, en las que Estévez, Fernández e Higuero intentarán continuar con la tradición española, en la que el 1.500 es una prueba fetiche. En la primera, la de Estévez, están Lagat, seguro, Songok, otro de los favoritos para el podio, e East, un joven que hizo la mejor marca en unas primeras series que enterraron las esperanzas de Baala y Webb, por ejemplo. Higuero y Fernández correrán en la de El Guerruj, lo que supone una garantía de limpieza y claridad. Tendrán que usar su rápido final en la última recta frente a gente como el portugués Rui Silva.
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