El presidente de Òmnium Cultural rechaza un desfile "paramilitar" de los Mossos en la Diada

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Porta, pidió ayer que el desfile de los Mossos d'Esquadra previsto para la Diada de Cataluña no se convierta en un "acto paramilitar". Calificó como "absurdo" que se quiera recrear los desfiles militares habituales en las fiestas nacionales en otros países de Europa.

Porta formuló esta demanda en una intervención en la Universitat Catalana d'Estiu, en una jornada dedicada a entidades nacionalistas. Los Mossos no son una fuerza militar y, por lo tanto, no pueden hacer un desfile militar, dijo Porta, pero en su opinión da la sensación de que se quiera convertir la Diada "en una fiesta más clásica". "No sé si un desfile tiene sentido. Depende del carácter que se le quiera dar. Pero es absurdo emular una tradición demodé".

Porta quiere conocer de primera mano los preparativos de los actos y actuaciones musicales previstos en la conmemoración de la Diada y para ello ha pedido una entrevista para la semana que viene con el conseller en cap, Josep Maria Bargalló. "Se tiene que hablar", dijo, para que no haya interferencias entre la Comisión del 11 de Septiembre y los actos institucionales previstos por la Generalitat.

El tren Lleida-Manresa

El presidente de la Diputación de Lleida, Isidre Gavín, aprovechó su participación en el acto Entidades de país para el país para reclamar inversiones en comunicaciones y criticar la política territorial del Gobierno catalán.

"Ha llegado el momento de la crítica", aseveró, y anunció una segunda reunión el 25 de septiembre de la plataforma reivindicativa de la línea ferroviaria Lleida-Manresa en la que decidirá las medidas que toman ante esta situación.

Gavín, que es también miembro de la dirección de Convergència i Unió (CiU), afirmó que la manera como el Gobierno de la Generalitat está planteando la reforma de las leyes de organización territorial está generando "malestar, incertidumbre y desconcierto". Criticó las contradicciones entre diferentes miembros del Gobierno, los cambios constantes de opinión, la indefinición de muchas de sus propuestas y la poca consistencia de algunas de ellas. Gavín expresó su deseo de que este debate se pueda reorientar, "con menos cambios de postura con tal de construir un debate serio y no especulativo".

"Por prudencia, he querido esperar tanto a la formación del Gobierno de la Generalitat como a la constitución del Gobierno central para poder hablar a fondo de los déficit de las infraestructuras", señaló. La autovía Barcelona-Lleida, finalizada este verano, con 20 años de retraso, "se tendría que llamar a la autovía de la vergüenza", dijo. Sobre el AVE, Gavín aseguró que si no se crean una serie de infraestructuras a su alrededor no servirá para el desarrollo del territorio "y sólo servirá de puente aéreo".