La violencia sigue castigando a los civiles por todo el país
Lugares atestados de civiles son, cada vez más, blanco de los ataques de los insurrectos iraquíes. Los rebeldes lanzaron ayer en Mosul, poco después del mediodía, un proyectil de mortero que impactó en un céntrico mercado en un sector árabe de esta ciudad, situada 400 kilómetros al norte de Bagdad. Cinco personas murieron y 21 resultaron heridas, según informó la policía, que añadió que en las cercanías del lugar no hay instalación alguna de las fuerzas de seguridad de Irak ni de los militares de EE UU. El martes, en un ataque similar, perecieron siete transeúntes y más de 40 resultaron heridos en la calle bagdadí de Rashid, repleta de comercios abiertos.
En Kut, localidad situada casi dos centenares de kilómetros al sureste de la capital, donde en las últimas jornadas ha habido choques armados muy violentos, cinco mujeres fallecieron cuando el autobús en el que viajaban quedó atrapado en un combate entre insurgentes y tropas norteamericanas. "El fuego cruzado alcanzó un autobús y muchos pasajeros recibieron disparos", aseguró un comunicado del mando militar estadounidense, que no precisó el número de víctimas mortales.
En otros muchos lugares las arremetidas de los insurrectos no han causado muertes por casualidad. Ayer, a muy pocos metros de donde se celebra la Conferencia Nacional, que elegirá a un Parlamento interino, cayó otro proyectil de mortero sobre un edificio en obras. Justo al lado se levanta el Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí. El hecho de que el Gobierno del primer ministro, Ayad Alaui, haya cerrado al tráfico buena parte del centro de la ciudad -el colapso del tráfico fue descomunal- tal vez impidió que se produjera otra masacre. Sobre el Ministerio del Interior, algo alejado del corazón de Bagdad, también dispararon los rebeldes. Pero los proyectiles de obús cayeron en uno de los numerosos e inmensos descampados que se esparcen por la ciudad.
Según informó el Ministerio de Sanidad, desde las 9.00 del martes hasta la misma hora de ayer, al menos 21 personas perdieron la vida en varios incidentes violentos en Bagdad, Basora, Diwaniya y Nayaf. Pero no se incluyen los muertos de ayer en la ciudad santa chií.
Motín en Abu Ghraib
Además, dos presos iraquíes murieron a manos de soldados estaounidenses durante un motín en la cárcel de Abu Ghraib, según fuentes militares estaounidenses. El incidente fue detonado por una pelea entre detenidos.
También falleció ayer un soldado estadounidense durante un ataque contra su patrulla en el barrio chií de Ciudad Sáder. Anteayer, un soldado norteamericano murió en la provincia de Al Anbar, según un portavoz militar. Y otro uniformado británico perdió la vida a manos de los insurgentes en la sureña ciudad de Basora. En Hilla, 100 kilómetros al sur de Bagdad, el acuartelamiento de las tropas polacas fue, asimismo, atacado con granadas, aunque nadie fue herido.
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