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Siete detenidos por desvalijar coches abandonados por el paro de las grúas

El subdelegado de Vizcaya quiere que el Ejército retire los vehículos

Los más de 3.000 coches abandonados en las carreteras vascas por la huelga de las grúas constituyen una tentación para los amigos de lo ajeno. La Ertzaintza ya ha detenido a siete individuos cuando robaban equipos de música e incluso motores de los coches malparados. La marea de chatarra es tal que el subdelegado del Gobierno en Vizcaya, Miguel Ángel Fernández, ha decidido cortar por la sano. Si la Abogacía del Estado le autoriza, pedirá al Ejército que intervenga.

El conflicto se cobra día a día más víctimas y no hace distingos: ya hay hasta una ambulancia abandonada junto a la autopista A-8, si bien los delincuentes prefieren los coches lujosos varados por culpa de una avería o un accidente no demasiado aparatoso. Se acercan a ellos en plena madrugada y no le hacen ascos a nada: equipos de música, objetos personales olvidados, ruedas y hasta motores enteros. Un portavoz de la Ertzaintza confirmó ayer a este periódico: "Hemos pillado in fraganti a siete, todos en las carreteras de Álava".

Hay coches que ya tienen ladrillos en vez de ruedas y otros fueron desvalijados a pedradas. La policía vasca asegura que ha montado un dispositivo para frenar los robos, pero no se antoja una labor fácil. El Comisariado Europeo del Automóvil recomendó ayer a los perjudicados que, en el atestado de cada accidente, hagan constar el estado en que quedó el vehículo "abandonado a su suerte", para así poder reclamar después a las compañías aseguradoras. Sin embargo, el subdelegado del Gobierno en Vizcaya pretende poner la venda antes que la herida. Miguel Ángel Fernández contactó ayer con el Ejército para que limpie las carreteras vascas de vehículos averiados y evitar así "accidentes, robos o expoliaciones de los coches". Eso sí, Fernández no tomará ninguna medida hasta que la Abogacía del Estado le otorgue el visto bueno.

El subdelegado pretende que el Ejército actúe "en base a criterios de interés general de los usuarios de carreteras y vías públicas". El plan consiste en que grúas militares trasladen los vehículos accidentados hasta espacios habilitados -y vigilados- por los municipios donde haya tenido lugar el siniestro o la avería.

Durante la mañana de ayer, las grúas vascas, que ya llevan 23 días en los garajes, se hicieron de nuevo a las carreteras, pero sólo para manifestarse en derredor de Bilbao. Entre las vascas y las llegadas en su apoyo desde otras comunidades, se juntaron unas 400 grúas, que desfilaron en fila india haciendo sonar sus cláxones y complicando aún más la circulación. Si de algo sirvió la manifestación fue para constatar que el conflicto que enfrenta a las grúas con las aseguradoras no se circunscribe, ni mucho menos, al ámbito vasco.

De hecho, si la reunión que está fijada para mañana en Madrid entre Unespa -la patronal de las aseguradoras- y los representantes del sector no fructifica, las cunetas de otras seis comunidades -Cantabria, Castilla y León, Asturias, La Rioja, Cataluña y Valencia- se poblarán de coches averiados.

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Manifestación de grúas en los alrededores de Bilbao.
Manifestación de grúas en los alrededores de Bilbao.TXETXU BERRUEZO

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