Los libreros de Moyano debaten la oferta municipal de trasladarse al Prado
Los puestos están rodeados de obras
LEl incendio de la subestación eléctrica de Unión Fenosa en la calle de Almadén ocurrido el pasado 16 de julio ha tenido, de rebote, unos perjudicados imprevistos: la treintena de libreros que se emplazan en la cuesta de Moyano.a compañía eléctrica, desde principios de mes, construye una nueva subestación subterránea en esta calle. Las molestias para los libreros y sus visitantes son enormes. El Ayuntamiento ofrece a los vendedores dos emplazamientos provisionales en el paseo del Prado: uno, enfrente de la verja del Jardín Botánico; otro en el bulevar central.
El aspecto que ofrecía ayer la cuesta de Moyano, junto a la glorieta de Atocha, era desolador: sólo tres de las 30 casetas estaban abiertas. Las causas hay que buscarlas en las vacaciones, en la falta de clientela, y en el aguacero que sorpresivamente se abalanzó sobre la capital. Pero no sólo el frío y la lluvia ensombrecían el aspecto de esta calle pegada al Retiro: unas vallas metálicas acordonan la calzada. Dentro del perímetro acotado, dos taladradoras gigantes horadaban sonoramente el suelo. El ruido se hacía insoportable.
Desde principios de mes, la compañía eléctrica Unión Fenosa construye en la hasta hace poco silenciosa cuesta de Moyano una subestación eléctrica subterránea que sustituirá a la que ardió en el incendio del pasado 16 de julio. Algunos libreros, alarmados ante el ruido y la sensación claustrofóbica que produce ahora la calle, encerrada tras las vallas, han solicitado al Ayuntamiento un nuevo emplazamiento.
Éste les ha respondido ofreciéndoles dos posibles, ambos en el paseo del Prado: bien frente a la verja del Jardín Botánico, previo permiso del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), propietario del este jardín, o bien en el bulevar central, según fuentes municipales.
Armando Castillo, propietario de un puesto y portavoz de los libreros, aseguraba ayer que él, personalmente, prefiere el emplazamiento de la verja del Jardín Botánico, "porque está más cerca".
De cualquier forma, la posición definitiva del conjunto de libreros quedará fijada hoy, después de que celebren una reunión en la que decidirán si son proclives al traslado o no: "Como hasta ahora había muchos de los libreros de vacaciones, hemos esperado para hoy para convocar una reunión de la que saldrá la postura definitiva", añade Castillo. Si los libreros son favorables al traslado, entonces, en una reunión posterior, que se celebrará mañana, acordarán con el Ayuntamiento el lugar determinado para la nueva ubicación.
Una condición
El municipio les ha ofrecido los dos emplazamientos con una condición inapelable: deberán abandonarla cuando, el año próximo, comiencen las obras de reforma del eje Prado-Recoletos, que, entre otras mejoras, incluye la reducción de carriles para el tráfico de esta vía.
Según Castillo, esto no les acarrea ningún problema: "Cuando tengamos que abandonar el paseo del Prado, pues lo abandonamos y ya está. Tal vez para entonces las obras de la subestación eléctrica ya estén terminadas". En principio, las obras de Unión Fenosa durarán un año, según explica el mismo portavoz de los libreros.
De producirse el traslado, no será la primera vez que la treintena de librerías se mueve de sitio. En 1986, coincidiendo con la reforma integral de la glorieta de Carlos V, que incluyó el desmontaje del scalextric, fueron sustituidas las casetas originales, que se instalaron en 1925, por una réplica exacta. Durante los meses que duraron los trabajos de construcción de las réplicas, los libreros se instalaron, en casetas provisionales, enfrente de la verja del Jardín Botánico.
Ahora puede producirse otra operación similar: las casetas de la cuesta de Moyano quedarán cerradas, y unas nuevas, similares a las que se usan en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, se instalarán en el paseo del Prado mientras duran las obras de construcción de la subestación eléctrica. Los gastos de traslado y el alquiler de las casetas correrán a cargo de la compañía eléctrica Unión Fenosa, según especificó el portavoz de los libreros.
¿Han influido las obras en las ventas? "No se puede saber con mucha exactitud, ya que estamos en el mes de agosto y la gente está de vacaciones. Eso se verá claro en septiembre, pero lo que sí se puede decir es que el ruido de las taladradoras y estar así encerrados, desde luego que no es positivo", aseguró Castillo.
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