"Las líneas aéreas de bajo coste democratizan el turismo"
El secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Francesco Frangielli (París, 1947), llegó eufórico al Fórum de las Culturas de Barcelona, donde participó en el diálogo Turismo, diversidad cultural y desarrollo sostenible. Motivos no le faltaban. Con 142 miembros asociados, desde diciembre de 2003 la OMT tiene el estatus de agencia asociada de Naciones Unidas, lo que para Frangielli supone un paso adelante para que el mundo entienda el papel constructivo que esta actividad económica puede aportar a los países en desarrollo. Pero además, después de tres años de inestabilidad y estancamiento, las previsiones de la OMT señalan que el turismo internacional crecerá por encima del 5%.
"El turismo es uno de los pocos sectores beneficiosos para los países en desarrollo"
Pregunta. ¿Qué motivos hacen pensar en este incremento?
Respuesta. Hemos considerado dos factores. La mejora de las economías de Estados Unidos y Japón apunta inevitablemente hacia esta tendencia. Pero también hemos detectado que hay una demanda insatisfecha de consumidores que pospusieron sus viajes en los años anteriores, lo que ahora es más fácil gracias a la posibilidad de reservar y cancelar a última hora.
P. Resulta sorprendente que Estados Unidos, con altas medidas de seguridad, pierda turistas, mientras que zonas inestables como Oriente Próximo suban.
R. Estados Unidos ha perdido un 10% de turistas internacionales en dos años, y eso que el dólar se depreció respecto al euro, por lo que se hallaba en una buena situación para mejorar sus resultados. Sobre todo han sufrido un problema de imagen, que empeora con las restricciones que han impuesto a sus visitantes en cuanto a obtención de visados, las limitaciones para que los extranjeros accedan a sus universidades y las leyes de inmigración, que son mucho más duras. El caso de Oriente Próximo ha sido imprevisible, y en dos años la llegada de turistas ha crecido un 27%.
P. ¿A qué se debe?
R. Es un claro reflejo de un proceso de regionalización que está teniendo lugar en todo el mundo. Por ejemplo, muchos turistas procedentes de Arabia Saudí deciden quedarse dentro de las fronteras del mundo árabe. El viajero se queda cerca porque así se siente más seguro y recibe un trato más familiar. En Europa sucede lo mismo: el 80% de los turistas internacionales procede de otros países del continente.
P. ¿Cómo se explica el estancamiento que vive Europa?
R. El mayor problema que ha sufrido el continente en los últimos años no ha sido ni el terrorismo ni la inseguridad, sino la debilidad de la economía alemana. Pero aún hoy Europa significa el 60% de las llegadas internacionales y el 50% de los ingresos mundiales, lo que supone que la media mundial siempre depende de lo que suceda en Europa. Destacan los resultados de España, que han estado por encima de la media continental y han sido mejores que los de sus dos competidores directos, que son Francia e Italia.
P. Sin embargo, España se enfrenta ahora a un problema de madurez de su producto.
R. Sí, pero se está modernizando. Cuando llegué a Madrid hace 15 años la gente aseguraba que los hoteles estaban obsoletos y que España perdería su cuota de mercado. Y en realidad nunca ha sucedido. Entonces, Francia superaba a España en cuanto a ingresos procedentes del sector. Ahora es a la inversa. ¿Por qué? Mientras que hace 15 años España sólo se dedicaba al turismo de sol y playa, desde hace un tiempo ha sabido diversificar su producto.
P. Ahora tiene más competidores y se enfrenta a nuevos destinos como Croacia o Turquía, que ofrecen precios mucho más competitivos.
R. Los hoteleros no pueden operar como lo hacían hace 40 años, porque entonces el nivel de vida y los salarios estaban hasta por debajo de la media de Europa del Este, por lo que les resultaba mucho más fácil hacer frente a Francia e Italia. Ahora ese papel lo han asumido otros destinos, aunque la competición es internacional, y dentro de esta guerra entran también las Islas Mauricio, Cancún o la República Dominicana.
P. En España también se ha introducido la modalidad de todo incluido, que tan poco gusta a muchos responsables del turismo.
R. No estoy seguro de que sea tan negativo. Fue una compañía francesa, Club Med, la que llevó a cabo la primera promoción de todo incluido, y le resultó.
P. También han irrumpido con fuerza las líneas de bajo coste. ¿Qué impacto tienen sobre el sector?
R. Los operadores turísticos y las agencias de viajes son los que más están sufriendo con estas compañías, porque permiten reservar directamente sin necesidad de pasar por ningún mediador.
P. ¿Cómo pueden sobrevivir a este fenómeno?
R. Adaptándose. Si sólo trabajan para dispensar un billete y obtener una comisión, se enfrentarán a graves problemas. Si ofrecen servicios que el cliente no puede obtener por su cuenta, seguro que sobrevivirán. Las líneas de bajo coste no son para nada negativas, puesto que contribuyen a democratizar el turismo al ofrecer billetes baratos a clientes que antes no podían permitirse viajar en avión.
P. ¿Cree que harán despertar a los hoteleros que esperaban a que los operadores les llenaran sus habitaciones?
R. Por supuesto, van a tener que cambiar. El fenómeno es muy novedoso, por lo que creo que la reacción tardará en llegar. Lo que está claro es que un viajero que venga de Manchester por 30 euros al aeropuerto de Girona-Costa Brava luego no puede gastarse 30 euros más en un taxi que le lleve a la costa.
P. En el Fórum se enfatizaron las posibilidades que ofrece el turismo a los países en desarrollo. ¿Qué puede aportarles?
R. El turismo es uno de los pocos sectores beneficiosos para estos países, aunque no está exento de problemas.
P. ¿Uno de ellos es la repatriación de capitales?
R. Sí, es uno de los mayores. Es cierto que los operadores turísticos y muchos hoteleros repatrían sus capitales, pero se puede resolver si se crean las vinculaciones necesarias entre actividades económicas. El turismo suele generar actividad y empleo no sólo en el propio sector, sino también en otros muy diversos, porque es tan necesario disponer de comercios como de médicos y oficinas de correos.
P. Si en realidad se está produciendo este desarrollo, ¿qué países pueden convertirse en nuevas potencias turísticas?
R. Está claro que ahora los países de Asia y del Pacífico disfrutan de los mayores incrementos. Algunos en estos primeros meses han crecido más del 100%, aunque esto se explica porque el año pasado se produjo la neumonía asiática, que frenó el crecimiento. Tengo la impresión de que India será uno de los actores más fuertes.
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