254 inmigrantes llegan a las costas de Fuerteventura en las últimas 48 horas
La Guardia Civil y Salvamento Marítimo localizan a 111 'sin papeles' en Granada y Almería
Una oleada de inmigrantes llegó ayer a las costas de Fuerteventura, la isla canaria más cercana a las costas africanas, continuando así el flujo constante de los últimos días, que está poniendo a prueba la capacidad de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo, que participan en las labores de rescate de los ocupantes de las pateras. El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, afirmó ayer que trasladará al Gobierno central un informe con las quejas de las autoridades locales de la isla, que ponen de manifiesto la falta de medios materiales para hacer frente al fenómeno inmigratorio que sufre la isla.
La avalancha de pateras que se dirigen a Fuerteventura desde las costas del Sáhara Occidental no cesa. Si el viernes fueron 110 los inmigrantes que fueron interceptados en la mar antes de arribar a las playas majoreras, la cifra de irregulares detenidos en tierra y en las pateras llegó el sábado a 144. Las patrulleras de la Guardia Civil del Mar y las lanchas de Salvamento Marítimo no dan abasto. En varias ocasiones durante los últimos días han tenido que hacerse a la mar al poco tiempo de dejar en el muelle de Gran Tarajal, al sureste de la isla, a los inmigrantes para navegar al encuentro de otra de las barquillas que van llegando.
El equipo de la Cruz Roja que atiende a los inmigrantes detenidos conforme van llegando a puerto también trabaja sin cesar. Cédric, un trabajador belga de la ONG que coordinaba ayer a otros tres compañeros en la asistencia de la segunda patera interceptada hacia las 10.00, sospechaba que "el mar debe estar bien allí en Marruecos porque en los últimos diez días hemos atendido a los ocupantes de 15 pateras". En cuatro minutos son capaces de montar el dispositivo de ayuda en el muelle una vez que la Guardia Civil les avisa de que la patera avistada "navega a tres millas de la costa".
Los 32 subsaharianos, todos varones, que llegaron en esa patera y el marroquí que la patroneaba -"se sabe que es el jefe porque es el único que llevaba dinero", comentaba un guardia civil que le esposó- estaban bien de salud: "Han tenido suerte de tener buena mar y no haber acabado en una playa perdida", aseguraba Cédric. Otros 37 inmigrantes, tres de ellos mujeres, que habían desembarcado horas antes en Butihondo, al sur de la isla, terminaron la travesía en peor estado. Tres tenían hipotermia y otros dos fueron ingresados en un hospital para controlar la fiebre que sufrían.
Por otra parte, los equipos de rescate continúan buscando a los 32 inmigrantes que desaparecieron en la noche del jueves al viernes al volcar la patera en la que navegaban a ocho millas de la costa de la isla a la altura del faro de La Entallada. "No hay muchas esperanzas de encontrarlos con vida", coinciden guardias civiles y miembros de Cruz Roja. "Muchos de los que vienen nunca han estado en la mar antes, no saben nadar", explican. Los tripulantes de un pesquero afirmaron haber avistado dos cadáveres, aunque la búsqueda no había dado resultado a última hora de ayer. De confirmarse la muerte de los infortunados viajeros de la patera naufragada, la tragedia se convertiría en el peor suceso relacionado con la inmigración ilegal en Fuerteventura, la isla canaria que sufre el fenómeno con mayor intensidad.
El delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, se desplazó ayer a Puerto del Rosario para escuchar las quejas de las instituciones y ONG de Fuerteventura por la falta de medios para atender al número de inmigrantes irregulares que aumenta cada día. Tras reunirse con el presidente del Cabildo, Mario Cabrera, y con la directora insular de la administración del Estado, Rita Díaz, Segura declaró que entregará al Gobierno un informe con las reivindicaciones que le hicieron llegar. El presidente del Cabildo pidió al delegado que "se mejoren con urgencia los servicios de salvamento y rescate en Fuerteventura".
Rastro de otra lancha
La llegada de pateras también continuó ayer en las costas de Andalucía. La Guardia Civil y Salvamento Marítimo interceptaron tres embarcaciones con un total de 92 inmigrantes cuando trataban de alcanzar las costas de Almería y Granada. Las patrulleras buscaban anoche el rastro de otras dos pateras, que se aproximaban al litoral oriental andaluz sin que se hubiera confirmado su interceptación.
La primera detención de inmigrantes se produjo a las 4.00, cuando la Guardia Civil interceptó a 34 inmigrantes que viajaban en una embarcación a dos millas al sur de Adra (Almería). Todos eran mayores de edad, varones y de origen magrebí. A las 9.15, un pesquero alertó de la presencia de una lancha neumática en la costa de Motril. La Guardia Civil detuvo en ella a 25 inmigrantes de nacionalidad marroquí. Por la tarde, el instituto armado detuvo a otros 33 inmigrantes, cuya nacionalidad no pudo ser precisada, en otra patera también cerca de Motril. Anoche seguía en marcha el dispositivo para localizar a las otras dos embarcaciones, al parecer de madera.
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