"Cuando vuelca la patera se van al fondo del mar como potalas"
Domingo durmió cuatro o cinco horas la madrugada del viernes al sábado. Poco sueño tras "más de 50 horas seguidas" de trabajo. Pero le volvió a reclamar la Guardia Civil. Domingo -33 años, marinero experimentado- manda la Salvamar Mizar, la lancha de Salvamento Marítimo que participó en el rescate de los supervivientes de la patera volcada el viernes a ocho millas de Gran Tarajal, en el sureste de Fuerteventura. Fue el primer servicio de esta lancha de 21 metros de eslora en su nuevo destino. El capitán, cansado, barba crecida, lleva dos años y medio recogiendo emigrantes de las aguas duras que separan la isla del Sáhara.
Pero la del viernes no fue la primera patera que Domingo ha visto hundirse en alta mar. "Una vez, también de noche y con la mar en calma, rescatamos a 15 al volcar una patera cuando estábamos a punto de abarloarnos" [pegarse al costado de otra embarcación]; "pero se me fueron otros 16, aunque en esos momentos sólo piensas en salvar a todos los que puedas".
La causa de estos naufragios es puramente física: "Las pateras miden cinco o seis metros de eslora y llevan alrededor de 35 pasajeros. Cuando se levantan, los inmigrantes elevan el ge de la patera [el centro de gravedad], y la estabilidad del bote se pierde provocando el vuelco".
La maniobra de abarloamiento es siempre delicada incluso con buena mar, explica Domingo. "Cuando llegas se ponen nerviosos, se ven salvados porque saben que se la están jugando. Nos acercamos gritándoles por el megáfono ¡sit down, sit down! [sentaos, en inglés]. Si vemos que hacen por levantarse nos alejamos un poco para que entiendan que deben seguir sentados. Hasta que no te acercas y azocas [trincar con fuerza un cabo] la patera no estás tranquilo; y ni siquiera entonces termina el peligro: hay que ir sacándoles poco a poco para reequilibrar el peso de la barca y tener cuidado con los golpes de mar".
"No pueden reaccionar"
¿Pero por qué se hunden tantos inmigrantes en cuestión de segundos? "Porque hay que darse cuenta de que llevan amontonados en posición fetal más de 10 horas, mojados por las olas, vomitándose unos a otros, muertos de frío, y cuando la barca pierde la estabilidad no pueden reaccionar: algunos ni consiguen estirarse al caer al mar y se van al fondo como potalas
[piedra que atada a un cabo sirve para fondear un bote]". El pasado viernes, 33 inmigrantes se hundieron de este modo. Domingo y los tres marineros de la Mizar sólo pudieron rescatar el cadáver de una mujer; del resto nada se sabe.
Domingo asegura que los medios de rescate con que cuenta Fuerteventura son "buenos y suficientes". Después de participar durante todo el viernes en la búsqueda de improbables supervivientes de la patera volcada, Domingo tuvo que hacerse de nuevo a la mar para salvar a los inmigrantes que aparecen en la fotografía de esta página.
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