'Glamour' en el distrito de la carne

Un barrio dedicado al negocio cárnico o carnal. Hasta hace poco, el Meatpacking District de Nueva York era territorio de carniceros industriales durante el día y de travestis, ganándose el jornal, por las noches. Una mezcla curiosa, olorosa, y a veces peligrosa, que nadie pensó que pudiera cambiar tanto en tan poco tiempo. Hoy, el distrito es uno de los destinos más selectos y sofisticados de la ciudad, con nuevos hoteles, bares, restaurantes, tiendas de diseño, clubes privados y galerías de arte que surgen a cada paso. Los vecinos de siempre lamentan la progresiva pérdida del peculiar encanto del barrio, pero para los turistas estas manzanas ofrecen una imagen de la vida neoyorquina exuberante y estilosa. Uno de los escenarios favoritos de las protagonistas de la serie televisiva Sexo en Nueva York.

Lo mejor para visitar la zona -más o menos acotada por las Calles 12 y 14, entre la Séptima Avenida y el río Hudson- es deambular por sus calles. Un buen punto de partida para la ruta puede ser un brunch en Pastis, una taberna francesa que lleva cinco años de éxito ininterrumpido y que llegó al barrio con la primera ola de modernidad. Ubicado en pleno corazón del distrito (en la esquina de Little West 12 con la Novena Avenida), está siempre lleno y muy animado. Al otro lado de la avenida se encuentra el nuevo hotel Gansevoort, que abrió esta primavera y cuenta con una piscina en la azotea. Pronto tendrá además varios restaurantes y un spa. En dirección norte, andando por la Novena Avenida, se encuentra el nuevo restaurante Spice Market, muy próximo al selecto Soho Club (un satélite del londinense).

Aquí, en el cruce con la Calle 14, surgen muchas de las tiendas fashion, de diseñadores como Stella McCartney y Alexander McQueen, junto a buenos restaurantes y galerías de arte contemporáneo. Y casi al final de la calle está Jeffrey, un almacén de moda muy conocido.

Cruzando la Calle 14 en dirección sur, por la calle de Washington, todavía se puede ver carne de reses colgando de ganchos o siendo descargada de los camiones. Entre las últimas industrias cárnicas que se mantienen en el barrio han aparecido tiendas de moda y muebles y galerías de arte (como Scoop y Artsee), y un poco más adelante merece la pena detenerse ante las sencillas e ingeniosas creaciones de una increíble floristería, Banchet Flowers. También en esta calle se encuentra uno de los locales legendarios del barrio: Hogs and Heifers, un bar salvaje al estilo del Coyote de la película.

Más al sur, en el cruce de Washington con Gansevoort Street, se despliega una de las concentraciones más densas y estilosas de clubes y bares (Hell, PM), restaurantes (Florent, Meet, Rhône) y tiendas (Lars Bolander, Karkula).

Zigzagueando en dirección sur, entre las calles de Greenwich y Washington, aparecen calles, como Horatio, West 12 y Bethune, que son buenos ejemplos de la extraña mezcla entre modernidad y tradición. En la esquina de Washington con West 12, el antiguo y el nuevo barrio se encuentran en aceras opuestas. Por un lado, el restaurante Tortilla Flats, mexicano barato y animado, repleto de jóvenes sorbiendo margaritas. Enfrente está el flamante Barbuto, un restaurante italiano recién inaugurado.

Las torres de Richard Meier

Enseguida, las calles amplias y los edificios industriales dan paso a encantadoras casitas en las calles arboladas del West Village. Bank o West 11th conducen hasta el río, en cuya orilla se encuentra un nuevo parque que mejora cada año. Desde allí, volviendo la mirada a la ciudad, se divisan las nuevas torres residenciales del arquitecto Richard Meier, que contribuyeron a dar el cambio de imagen al barrio. Los residentes incluyen a Calvin Klein, Martha Stewart y Nicole Kidman.

Entre las torres de Meier sube Perry Street, y unas manzanas más arriba, en el cruce con Bleecker Street, está otro vértice de la batalla del downtown entre los vecinos de siempre y la revolución comercial. Los antiguos negocios de lavanderías y restaurantes de barrio están siendo desplazados por lujosas tiendas de Ralph Lauren y Marc Jacobs, y nuevos restaurantes, como el vietnamita Hue. Un clásico que sigue en el barrio es la pastelería Magnolia Bakery (en la esquina de Bleecker con West 11th Street). Todo está delicioso, desde el bizcocho rojo terciopelo hasta las galletitas. Un establecimiento ideal para una exquisita merienda.