Un violento tifón causa 115 muertos y desata el caos en el sur de China

Al menos 115 personas murieron y otras 1.800 resultaron heridas tras el paso, el jueves por la noche, de Rananim, el tifón más violento que ha sacudido la costa este de China en los últimos siete años, según informó ayer la televisión de ese país.

El temporal barrió el pasado jueves por la noche las costas de la provincia china de Zhejiang, al sur de Shanghai, donde afectó a cerca de 8,5 millones de personas en unas 50 ciudades, precisó la televisión. Según las informaciones recogidas ayer por las autoridades provinciales, 42.400 casas fueron destruidas, otras 88.000 quedaron dañadas, 260.000 hectáreas de tierras cultivables fueron inundadas y 31.000 cabezas de ganado murieron al paso de Rananim. Los vientos, acompañados de lluvias torrenciales, superaron la velocidad de 160 kilómetros por hora.

Se había evacuado a más de 500.000 personas antes de la llegada del tifón, pero "un brusco cambio de orientación", según las autoridades, frustró los planes de prevención. "Desconocemos si el temporal amainará con el paso de las horas", añadió un portavoz, mientras el temporal se dirigía hacia el centro del país.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, exhortó a las autoridades locales a centrarse en la prevención para evitar más víctimas, y Pekín emitió la orden de alerta en ocho provincias centrales y orientales. Se trata del tifón más violento desde el que azotó el país en 1997, que entonces causó la muerte de 236 personas.