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El Supremo de California anula las bodas gays que el alcalde de San Francisco permitió

El Tribunal Supremo de California asestó ayer un duro golpe al Ayuntamiento de San Francisco y a su alcalde, Gavin Newsom, al anular la validez de más de 4.000 licencias matrimoniales expedidas a parejas gays. Por cinco votos a favor y dos en contra, el Supremo falla que tienen razón los que creen que "las autoridades de San Francisco se excedieron al tomar una decisión oficial que violaba las normas legales". El tribunal se refiere a la ley, aprobada por referéndum en California, que define que el matrimonio es la unión de hombre y mujer, y no entra a resolver la cuestión de si eso es o no anticonstitucional, como argumentan los partidarios de las bodas gays.

Según el Supremo, las 4.161 licencias expedidas por el ayuntamiento y los matrimonios oficiados por el alcalde y los concejales entre el 12 de febrero y el 11 de marzo de este año no son legales "hasta que se resuelva con autoridad, a través de los adecuados procedimientos judiciales, la constitucionalidad de la ley de California que restringe los matrimonios a aquellos que son entre parejas de sexo opuesto". Eso significa que la batalla sigue, no sólo porque el Ayuntamiento recurrió inmediatamente el fallo, sino porque dentro de un mes se planteará ante otro tribunal californiano si el amparo constitucional de igualdad ante la ley incluye o no la posibilidad de que los gays se casen. Si la respuesta fuese positiva, la ley que aprobaron los votantes del Estado sería anticonstitucional. Pero pasarán, muy probablemente, varios años antes de que se despeje legalmente el problema.

Debate

El alcalde de San Francisco desencadenó un debate nacional al abrir la ventanilla de licencias matrimoniales para parejas gays por entender que era "un derecho fundamental", independientemente de lo que dijeran las leyes. Durante cuatro semanas volaron a la ciudad, desde todo el país y el extranjero, miles de personas para casarse. El Supremo, al atender ahora las reclamaciones del fiscal del Estado y de ciudadanos privados, que creen que la alcaldía no puede interpretar qué leyes hay que cumplir y cuáles no, da la orden de "tomar las medidas necesarias para deshacer lo hecho".

El alcalde de San Francisco actuó inspirado por el Supremo de Massachussets, que falló que es anticonstitucional prohibir las bodas entre personas del mismo sexo. Vermont reconoce los matrimonios gays, pero su alcance se limita al Estado. Es una de las soluciones defendidas por los demócratas pero, en plena batalla electoral y para ganar los favores de la derecha religiosa, el presidente Bush anunció la propuesta de una enmienda a la Constitución estableciendo que el matrimonio es válido sólo entre sexos opuestos. Cinco Estados han incorporado enmiendas similares en sus constituciones; ocho más lo votarán el 2 de noviembre.

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