_
_
_
_
Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Absurdo y surrealidad

Un agricultor neozelandés que vive con la mujer a la que ama, dedicado a su rebaño de 117 vacas y un perro con agorafobia, ve cómo un buen día, por un capricho de su chica, que ansía tener con él una buena pelea que la saque del tedio en que, cree ella, se ha convertido su relación, cambia las vacas por... un edredón que, para mayor escarnio, le ha sido robado a ella misma mientras dormía. Tal arranque precipita una auténtica catarata de situaciones de un casi comprensible sentido del humor.

Película a la que definir de extraña es quedarse corto, El precio de la leche se propone como una fábula surrealista sobre los peligros de la rutina amorosa, sobre la insatisfacción de poseer el amor de cuento de hadas y al hombre más tierno del mundo, sobre el premonitorio poder de los sueños. Pretende construir un universo en el cual no rijan otras leyes que las de la casualidad y el capricho, pero en el fondo se queda en un discurso un poco vacuo e inmoderadamente pretencioso sobre el amor y sus peligros. Podrá gustar a espectadores con un sentido peculiar sobre la realidad y tal vez a paladares no destragados por los más trillados lugares comunes de la comicidad contemporánea. Pero no es casual que haya tardado casi cuatro años en llegar a nuestras carteleras.

EL PRECIO DE LA LECHE

Director: Harry Sinclair. Intérpretes: Danielle Cormack, Karl Urban, Willa O'Neill, Michael Lawrence, Rangi Motu. Género: comedia. Nueva Zelanda, 2000. Duración: 87 minutos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_