Renfe y la compra de billetes por Internet
A diferencia de otros medios de transporte donde las nuevas tecnologías están cada día más presentes, nuestra querida Renfe prefiere obsequiar al viajero con incomprensibles colas. Me explico: en efecto, existe la posibilidad de realizar la compra de billetes por Internet, pero en lugar de ofrecer al viajero la posibilidad de utilizar un billete electrónico, como ocurre en países como Alemania, o de retirarlos en máquinas automáticas, el viajero ha de desplazarse a la estación de tren, coger un número de "venta anticipada" (si no entiendo mal, retirar unos billetes ya cargados en cuenta no es venta anticipada, pero en fin) y esperar pacientemente una media de 60 minutos para retirar los billetes. Incomprensible.
Vayamos más allá. Si el viajero ha sido más avispado y ha reservado los billetes por teléfono, previa marcación del oneroso 902, puede retirar los billetes de las máquinas automáticas que existen sólo para la opción de reserva telefónica. ¿Por qué no pueden beneficiarse de esta opción los usuarios que empleamos Internet? ¿Quizá porque nuestra conexión no sufraga los costes de estas máquinas como lo hace la marcación del 902?
