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SECUELAS DE UN SINIESTRO

El Ayuntamiento repara con cargo a Fenosa dos edificios afectados por el incendio de la subestación

Los inmuebles de las calles de Almadén y Cenicero sufren serios daños, pero no serán demolidos

F. Javier Barroso

Las 25 familias afectadas por el incendio de la subestación de Unión Fenosa ocurrido el pasado 15 de julio tardarán un mínimo de tres meses en regresar a sus domicilios. Esta semana comienzan los trabajos de reconstrucción parcial de los dos edificios que se vieron afectados por las llamas de la central eléctrica, sitos en el número 26 de la calle de Almadén y en el número 6 de la calle de Cenicero. La compañía suministradora será la encargada de pagar todos los gastos, cuyo coste exacto es aún desconocido por los técnicos del Ayuntamiento, que son los que acometen la reparación.

Según explicó ayer el coordinador general de la Concejalía de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras de Madrid, Francisco Panadero, se han cumplido todos los plazos establecidos en la demolición del edificio que albergaba la subestación. Éste ha sido derribado y la compañía eléctrica ha cedido el terreno, de 550 metros cuadrados, para que el Ayuntamiento construya en su lugar una plaza, que, junto con la prevista desaparición de la gasolinera del paseo del Prado (otros 497 metros cuadrados), permitirá crear una gran zona de recreo en un lugar que carece de espacios públicos.

El Consistorio desconoce cuál será el diseño de ese espacio, ya que deberá de estar en consonancia con la futura sede de Caixa Fórum y el Eje Prado-Recoletos, junto con las antiguas naves de las Serrerías Belgas (aledañas al solar y que serán destinadas a dotación cultural). "Se trata de esponjar esa zona de la ciudad que tanto lo necesita", explicó Panadero. Sin embargo, este proyecto se encuentra todavía aparcado, ya que ahora todos los esfuerzos se centran en que las 29 familias puedan regresar cuanto antes a sus domicilios.

Los técnicos del Ayuntamiento concluyeron, tras estudiar el estado en el que quedaron los edificios, que los dos inmuebles afectados por las llamas no tendrán que ser demolidos. Han sufrido importantes daños en sus estructuras y en la techumbre, pero pueden ser arreglados en dos o tres meses. El informe definitivo explica detalladamente los problemas que sufrieron.

Grietas y fisuras

En el edificio de la calle de Cenicero, 6, ha cedido parte de la pared de medianería en distintas zonas, lo que se ha traducido en fisuras y grietas en los tabiques. La zona de cubierta que corresponde con la subestación está visiblemente afectada por la acción del fuego y por la propia intervención de los bomberos, que tuvieron que arrojar gran cantidad de agua para sofocar las llamas. Eso se tradujo en un gran peso en ese punto, además de que el agua se filtrara desde las plantas superiores y afectara al forjado. Algunas viguetas se han llegado a pudrir, al igual que los asentamientos de los muros de los patios de luces. Parte del techo ha sido desmontado, con carácter preventivo, por los servicios técnicos municipales.

El inmueble de la calle de Almadén, número 26 (colindante con la subestación), presenta movimientos de la medianería, aunque en menor medida que el de Cenicero, 6. Eso pudo ser debido a que existía un patinillo de ventilación (una especie de cámara de aire) que ha minorado los efectos del fuego. "Por la factura de las grietas queda claro que el movimiento se ha producido como consecuencia de las tensiones provocadas por el incendio", señala el informe municipal.

El techo también se vio afectado por el incendio y, de nuevo, tuvo que ser desmontado en parte ante el riesgo de hundimiento. También algunas zonas de forjado de la planta baja se vieron afectadas, por lo que fue necesario su apeo.

Esta misma semana comenzarán a ser montados los andamios para afrontar los problemas de la medianería de este inmueble. La novedad de su reconstrucción, según recordó ayer Panadero, es que en lugar de construir una medianería ciega podrán abrirse ventanas al aire libre, al no ser reconstruida la antes colindante subestación de Unión Fenosa. Es decir, que los vecinos tendrán a partir de ahora ventanas por una parte de sus casas que antes estaban condenadas a la oscuridad. Esta posibilidad deberá ser estudiada por la Comisión Institucional de Patrimonio Histórico Artístico y Natural (CIPHAN), el organismo que da el visto a la protección de los edificios y sus modificaciones.

Las obras de mejora y consolidación comenzarán esta semana, según Panadero. Tardarán unos tres meses en concluir, salvo imprevistos, por lo que el Consistorio no cree que terminen antes de que finalice otoño o comiencen las navidades.

Acción sustitutoria

El Ayuntamiento acomete la obra mediante la fórmula de acción sustitutoria: el Consistorio realiza todos los trabajos necesarios y después pasa la factura a la compañía Unión Fenosa, que será la encargada de reembolsar lo adelantado por Urbanismo. El precio también incluirá las mejoras en el edificio que está pactando Fenosa con los propietarios de los pisos y en las que el Ayuntamiento ha permanecido al margen.

Panadero no supo precisar a cuánto se elevará la reparación de los dos edificios siniestrados el pasado 15 de julio. Los técnicos de la Concejalía de Urbanismo, que ahora están evaluando todos los gastos y necesidades de ambos inmuebles, no tendrán listo el presupuesto definitivo hasta dentro de unos 15 días, como máximo. "Nos hemos centrado en lo más urgente en estos momentos, como es la seguridad de los edificios, y en que la reconstrucción fuera lo más rápida posible", señaló el coordinador general de la Concejalía de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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