Tragedia griega en dos actos
El novio de la yudoca que intentó suicidarse se arroja al vacío desde el mismo balcón que ella
Los Juegos ya tienen su tragedia griega. Un auténtico drama, con amor, drogas y quién sabe si celos de por medio. Ayer, mientras la yudoca Eleni Ioannou, de 20 años, luchaba por su vida en la UCI del hospital ateniense Erithros, su novio, Giorgos Xrysostomidis, de 24, intentó suicidarse tirándose desde el mismo balcón desde el que dos días antes lo había hecho ella. Con múltiples lesiones, Xrysostomidis permanece en la UCI de otro centro sanitario, el Evangelismos.
La historia se inició en la madrugada del pasado sábado, cuando Eleni se precipitó al vacío desde el piso, un tercero, en el que residía con Giorgos tras mantener una fuerte discusión con él. Ya entonces se habló de un intento de suicidio, aunque la policía sigue investigando las causas.
Eleni, que mañana debería ingresar en la Villa Olímpica como integrante del equipo olímpico griego en la categoría de más de 78 kilos, permanece en estado de coma tras haber pasado por el quirófano. Aunque los médicos que la atienden mantienen con reservas las esperanzas de que la atleta se salve -los diez próximos días serán decisivos-, ya es casi seguro que perderá al menos la visión.
Sin esperar siquiera a conocer el futuro de su novia, Giorgos la emuló ayer con un resultado similar. Según sus familiares, los remordimientos le han torturado en las últimas horas. Especialmente sensible y con una antigua adicción a las drogas que Eleni le ayudó a superar, el practicante de kick boxing había sido interrogado por la policía y posteriormente puesto en libertad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.