La Xunta apuesta por las medidas policiales para la lucha contra los incendios

Las Administraciones públicas realizaron ayer un llamamiento a la colaboración ciudadana y optaron por reforzar las dotaciones de cuerpos de seguridad destinados a investigar los incendios como métodos de lucha contra la plaga de fuego que asola los montes de Galicia, que sólo tuvieron tregua en los últimos días gracias a la lluvia. La coordinadora sobre incendios forestales, que agrupa a organismos de las Administraciones autonómica y central, a cuerpos de seguridad y a la institución judicial, se reunió ayer por primera vez en plena temporada de incendios. La cita fue en la delegación del Gobierno de A Coruña.

El llamamiento a la colaboración ciudadana se basa en que, según el consejero de Justicia de la Xunta, Xesús Palmou, "en el rural gallego la gente no considera delincuente a un incendiario y prender fuego no es motivo para ir a la cárcel", por lo que se mostró contrario a que los presuntos pirómanos sean juzgados por jurados populares. Los representantes de la Administración autonómica solicitaron también al delegado del Gobierno en Galicia, Manuel Ameijeiras, la creación de brigadas antiincendios en los cuerpos de Seguridad.

La represión de los incendiarios (este año, han sido detenidos 90 personas) como método de lucha contra los fuegos ha suscitado las críticas de la oposición. El líder de los socialistas gallegos, Emilio Pérez, Touriño señaló en Ourense que "reducir el problema a los incendiarios garantiza nuevos fuegos" y abogó por incentivar a los propietarios que cuiden el monte y penalizar a los que abandonan las propiedades.

También en Ourense, en el espacio ecológico de O Rexo que el Ayuntamiento de Allariz creó en un monte que ardía todos los años, el portavoz del Bloque Nacionalista Galego, Anxo Quintana, consideró que la política contra los incendios de la Xunta ha sido "industrializar la extinción, pero no atacar las raíces del problema. Fraga prometió acabar con los siniestros forestales en seis meses cuando llegó a la presidencia de Galicia, en 1989 y desde entonces ha gastado 600 millones de euros y se han quemado 400.000 hectáreas".

En lo que va de año, los incendios en Galicia han afectado ya a 27.900 hectáreas de monte.