Lecturas, paseos y pesca para el primer veraneo presidencial
José Luis Rodríguez Zapatero y Sonsoles Espinosa posaron ayer en el puerto de Mahón, en Menorca, y relataron sus planes para el mes de agosto
Zapatero es un hombre recio de León que ama el Norte porque el calor le aplasta. El día que estrenó su veraneo en Menorca, el presidente se durmió a medianoche leyendo un libro crítico con Bush y escuchando la radio. Ayer despertó con el sol, a las seis de la madrugada -cuando duerme en La Moncloa lo hace a las 6.30-, abrió el sintonizador y le entró como un cañón la COPE. Le daban caña, y a él sólo le gusta la caña con sedal y para pescar. Se pasó a la SER, donde hace años fue tertuliano hasta que Gemma Nierga le sustituyó por Rosa Díez. Luego, junto a su mujer, Sonsoles, disfrutó del primer paseo por el puerto de Mahón. Durante el mismo, saludaron a un grupo de turistas, posaron para la prensa y mantuvieron una charla informal con un grupo de periodistas.
El presidente contó que el día anterior sus hijas (fuera de los objetivos) le habían regalado por su 44 cumpleaños unos dibujos por ordenador y su esposa unos mocasines de ante y una maleta. Sonsoles, activa soprano, sustituta en varios coros, ama a Bach y el mar del Sur. Aunque no le entusiasma navegar, un llaüt (usarán uno blanco y no azul como el de Aznar) les acercará a las playas solitarias. Dice que en La Moncloa ha hecho pocos y sencillos cambios de decoración, más bien quitar que poner. De cerca, de lado y con el pelo estirado en un pequeño moño, apenas maquillada y con dos grande aros de plata en sus lóbulos, Espinosa recuerda al perfil poderoso de los dracmas griegos. Tímida, se sonroja cuando se le pregunta por sus gustos personales.
Zapatero se jactó de su talante y afirmó que no se enfada por economía de esfuerzos porque después está obligado a desenfadarse. El matrimonio no sale de cenas ni trasnocha, come frugalmente carne y verduras a la plancha, no les apetecen grandes guisos; el presidente, que no sabe cocinar, cuida la alimentación de sus hijas y los contenidos de la televisión que ven, hasta los telediarios. Aunque está en una isla, ZP dijo que no está desconectado del todo pues recibe SMS en los que sus amigos le recomiendan, por ejemplo, el documental anti-Bush Fahrenheit 9/11 de Michael Moore, que aún no ha visto. Pero no quiso pronunciarse sobre su favorito en las elecciones de EE UU. Cuando uno de los turistas que le saludó mencionó al Barça, el político culé auguró sin disimulos: "Este año sí [la Liga], con los refuerzos brasileños". Pasqual Maragall le ha propuesto una expedición de altura para capturar los atunes rojos. Algunos periodistas tienen otra captura pendiente: el coste del alquiler de la casa de Menorca. El líder del PSOE aseguró que dirá la cantidad que pagará de su bolsillo. No se aleja de los 15.000 euros.
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