Siete adolescentes mueren en el incendio de una colonia de vacaciones en Francia
Dos adultos perdieron también la vida en el centro ecuestre, situado en Saboya
Una colonia ecuestre de vacaciones en la Saboya francesa, al este del país, concretamente en Lescheraines, entre las poblaciones de Annecy y Aix-les-Bains, y situado a unos 1.000 metros de altura, fue el marco la noche del pasado miércoles de un incendio que costó la vida a siete adolescentes -las víctimas tienen entre 13 y 15 años- y a dos adultos. Una décima persona, una monitora, consiguió escapar a las llamas, pero a costa de graves quemaduras.
El incendio se declaró alrededor de las 3.30 horas, pero no fue hasta las 3.43 cuando un vecino llamó a los bomberos. "Cuando les telefoneé las llamas ya eran impresionantes", declaró ese testigo. Por eso, cuando los bomberos llegaron ya era imposible detener el fuego, y su trabajo consistió en circunscribirlo. Hasta las 6.30 el incendio no pudo ser declarado bajo control.
Lo que ardió era una residencia de madera que acogía a jóvenes que querían aprender a montar a caballo. El local, de unos 40 metros cuadrados de planta, pensado para acoger un máximo de 12 personas, quedó totalmente destruido. "Es un drama que entristece a toda Francia", declaró Jacques Chirac, presidente de la República, desde la isla de la Reunión, su residencia veraniega este año. El primer ministro Jean-Pierre Raffarin, que veranea a menos de 60 kilómetros del lugar, se desplazó hasta Lescheraines para "expresar la solidaridad nacional para con todas las personas afectadas por ese drama".
La patética prontitud de los responsables políticos a la hora de manifestar su compasión sólo puede comprenderse en relación con la lentitud demostrada el verano pasado ante la hecatombe mortal provocada por la canícula. Entonces, el calor precipitó la muerte de alrededor de 15.000 personas ancianas o enfermas. El Gobierno tardó más de 15 días en asumir la magnitud del desastre, y aún más en considerar que había existido imprevisión por parte de los servicios públicos de asistencia médica.
Las causas del incendio de Lescheraines son aún desconocidas. "Todas las hipótesis están siendo estudiadas: obras recientes, tempestad, un cigarrillo mal apagado...", declaró ayer Carolina Gotean, ayudante de la Fiscalía en Chambéry. Esa zona alpina la noche del miércoles al jueves vivió una tormenta con gran aparato eléctrico, y sería posible que un rayo cayera sobre la madera recalentada de la residencia, aunque esa hipótesis era considerada como poco plausible por los bomberos especialistas desplazados a Lescheraines, seis de ellos técnicos en identificación de cadáveres, otros dos en seguir las pistas que pueden explicar la causa o causas de un incendio.
La identidad de los fallecidos aún no ha sido hecha pública, aunque se sabe que los bomberos habían identificado a media mañana de ayer seis cuerpos distintos bajo las cenizas de los troncos requemados. La monitora que consiguió escapar con vida al accidente, antes de ser hospitalizada, sólo pudo dar los nombres, no los apellidos, de los jóvenes que dormían en la residencia. Se sabe también que todo ellos vivían en la región.
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