Dos palestinos son asesinados en Gaza por colaborar con Israel

Dos activistas palestinos sospechosos de colaboracionismo con Israel fueron asesinados ayer en un hospital de Gaza en un nuevo brote de anarquía en la Franja de Gaza. Mientras tanto, Ramala fue escenario de una manifestación de apoyo a Yasir Arafat en respuesta al ultimátum de Mohamed Dahlan, que amenazó con nuevas revueltas si el Gobierno no acomete reformas inmediatas.

A primera hora de la mañana, dos granadas de mano explotaron en el interior de una de las celdas de la prisión central de Gaza e hirieron al menos a siete reclusos, tres de ellos de gravedad. Uno de los policías palestinos que trabajaba en la cárcel había arrojado los artefactos contra un grupo de prisioneros, presuntos colaboracionistas de Israel. Su objetivo principal era Ualid Hamdeya, militante del movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), que fue finalmente asesinado entrada la tarde, cuando se encontraba ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Shifa. Hamdeya, encarcelado desde 1993, estaba acusado de facilitar información a Israel para el asesinato del jefe del brazo armado de Hamás hace nueve años.

Apenas tres horas antes, cinco hombres enmascarados penetraron en las instalaciones del mismo hospital de Shifa y acabaron con la vida de Mahmud Sharif, miliciano de la Yihad Islámica, acusado de suministrar información a Israel para el asesinato de uno de los líderes de su grupo hace una decena de años.

Entretanto, en Ramala, unos 1.200 miembros de Al Fatah se manifestaron desde la céntrica plaza de Manara hasta la Muqata, sede del Gobierno palestino en apoyo a Yasir Arafat. Respondían así al ultimátum del coronel Mohamed Dahlan, hombre fuerte de la oposición en Gaza, que advirtió del riesgo de una nueva revuelta en sus calles con 30.000 manifestantes si no había reformas en el Gobierno.

Arafat arengó a sus seguidores asegurando que su pueblo resistirá hasta la creación de un Estado palestino con Jerusalén como capital. Junto al rais apareció Ahmed Qurei, primer ministro palestino, criticado por la supuesta relación de sus empresas con la venta de cemento egipcio a Israel para la construcción del muro.

Sobre el terreno, al menos tres militantes murieron abatidos por soldados israelíes cuando se acercaban a un asentamiento de la Franja de Gaza. Una mujer de 60 años murió de un disparo en su casa de Jan Yunis, en Gaza.

Mientras tanto, y aprovechando la situación de fragilidad del Gobierno palestino, el Ministerio de Defensa israelí aprovechó para anunciar la construcción de 600 nuevas viviendas en el asentamiento de Maale Adumim, el más grande de Cisjordania, habitado por más de 30.000 colonos.