Un vídeo muestra el asesinato de un rehén turco capturado en Irak
Un vídeo difundido ayer a través de varios sitios web islamistas muestra el asesinato a tiros de un ciudadano turco a manos de un grupo de terroristas. La víctima, Murat Yuce, cuya muerte confirmaron el Ministerio de Exteriores turco y la compañía que lo empleaba, aparece con los ojos vendados y rodeado de tres hombres encapuchados. Uno de ellos le dispara en la sien al grito de "Alá es el más grande" y descarga otros dos tiros una vez que yace en el suelo en medio de un charco de sangre.
Antes de morir, el rehén lee una declaración en turco en la que insta a las compañías turcas a dejar Irak. "Vi la opresión americana en Irak, pero decidí quedarme para ganar dinero... Aconsejo a todos los ciudadanos turcos que vienen a trabajar aquí a que no lleven armas para ayudar a los ocupantes americanos", dice el hombre en su declaración en la que da su identidad y la de su empleador, la sociedad Bilintur, que anunció ayer la desaparición de otro de sus empleados en Irak.
Después de conocerse la muerte de Yuce, la Asociación de Transportistas Internacionales, que dice agrupar a 873 de las cerca de 900 compañías turcas especializadas en el transporte internacional por carretera, anunció la suspensión de sus suministros a las fuerzas estadounidenses.
En el vídeo aparece colgada de la pared una bandera del grupo Tawhid al Yihad (Monoteísmo y Guerra Santa), la formación de Abu Musab al Zarqaui, considerado por EE UU como el jefe de Al Qaeda en Irak.
El sábado, la cadena árabe Al Yazira había difundido otro vídeo del grupo de Al Zarqaui que amenazaba con decapitar a dos camioneros turcos. El domingo, sus empresas, Ostur International Transport y Kahramanli Transport Company, anunciaron que suspendían sus actividades en el país. En otra grabación emitida ayer, el grupo anunció la liberación de un rehén somalí.
Ayer, el Gobierno iraquí culpó a Al Zarqaui y sus seguidores de la serie de atentados del domingo contra iglesias cristianas, que, según el último balance, dejó 11 muertos. Un grupo islámista hasta ahora desconocido se responsabilizó en una página web de los ataques. "Queréis una guerra de cruzados y éste es el resultado", señala el texto.
Por la noche, después de semanas de calma, volvieron los combates a la ciudad santa chií de Nayaf, donde marines de EE UU y partidarios del clérigo rebelde Múqtada al Sáder mantuvieron una batalla de cuatro horas. Ambas partes se acusaron de haber comenzado el incidente.
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