Ibarretxe advierte al Gobierno central de que no va a colaborar en el cierre de los astilleros de La Naval
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, expresó ayer su rechazo al modelo de segregación de los astilleros nacionales Izar aprobada por el Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes. Esta segregación podría implicar la exclusión de la factoría vizcaína de la Naval de la nueva sociedad militar que se va a crear, con lo que sus opciones de supervivencia disminuirían de manera notable. Ibarretxe se mostró dispuesto a "ayudar" a que La Naval de Sestao siga en funcionamiento y advirtió de que el Ejecutivo vasco "no va a acompañar al Gobierno español" a cerrar dichos astilleros. El lehendakari, quien realizó estas declaraciones en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, consideró que "no es aceptable" que el Gobierno español adopte decisiones que afectan a la estabilidad de empresas como La Naval en vísperas de las vacaciones estivales.
Tras asegurar que las instituciones vascas estarán "enormemente vigilantes", subrayó que la "responsabilidad" sobre lo que finalmente suceda con la Naval es del Gobierno español. El jefe del Ejecutivo vasco mostró su disposición a colaborar "siempre que se garantice que la Naval va a seguir abierta, trabajando y produciendo" y consideró que las decisiones que puedan afectar al funcionamiento de la empresa han sido adoptadas por parte del Gobierno sin aportar razones desde el punto de vista social y económico. Si el astillero vizcaíno no entra en los planes del nuevo proyecto empresarial del Gobierno central, el Ejecutivo vasco se teme lo peor ya que una hipotética privatización ofrece muchos problemas.
Además de manifestar su "preocupación" por el futuro de los astilleros Izar, Ibarretxe también expresó su malestar con la reciente decisión del Ministerio de Economía de descontar 32,2 millones de euros en el pago a Euskadi de los ajustes por el IVA y los Impuestos especiales de fabricación. Así, se cuestionó si estas dos cuestiones "hay que interpretarlas en la clave de un nuevo talante" del Gobierno del PSOE. Ese descuento ha deteriorado la incipiente confianza del Ejecutivo de Vitoria en el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
