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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

En comisaría

Soy ciudadano cubano, resido en Madrid desde hace nueve años, donde tengo un par de locales de copas, y me encuentro en una situación estable y económicamente solvente.

El pasado mes de junio fui a la comisaría de Ciudad Lineal para renovar los papeles de mi residencia. Es verdad que estacioné en zona prohibida esperando mi turno dentro del coche, pero había varios policías (uniformados) por allí que no me dijeron nada.

De repente se me acercó un sujeto vestido de paisano diciéndome que era zona reservada para policías (no lo ponía en ninguna parte), y que me quitara para aparcar él. Le pedí que se identificara como tal, ya que no iba vestido de uniforme, y se negó, metió su brazo dentro de mi coche para quitarme las llaves del contacto, yo intenté evitarlo y ante el pequeño rifirrafe que se armó acudieron otros policías, éstos uniformados, que me pidieron mi identificación; se la di, y acto seguido me detuvieron (por tanto, se trata de una detención ilegal).

Dentro de la comisaría me esposaron a la barandilla y estando en esta situación se me acercó el sujeto y me dio un puñetazo en la cara, delante de todos los policías, incluido el jefe, el cual, cuando yo le dije ¿te habrás fijado en lo que ha pasado no?, me contestó que él no había visto nada.

Pasado un rato me preguntaron si ¡quería renunciar a mis derechos!, pedí leerlos antes y al ver que tenía derecho a un médico lo solicité. Tardaron un rato largo en llevarme al ambulatorio de la zona, siempre esposado, claro. Tengo el parte de lesiones.

Pesé la noche en el calabozo; a mi compañero también le habían pegado y amenazado con un "interrogatorio duro" si hablaba; me enteré que a otros también les pegaron.

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Ha habido juicio de faltas, los policías alegaron que yo mismo me había dado golpes contra la pared y que los había amenazado de muerte; su declaración está llena de contradicciones, pero han ganado el juicio, me han puesto 120 euros de multa, más 700 euros del abogado, y perdí el turno de la renovación de la residencia. No termina aquí la cosa; el día 9 de julio, la abogada me mandó el parte de lesiones que yo quería para ponerles una denuncia por pegarme y detenerme ilegalmente.

En la comisaría de Huertas me han dicho ¡que no tengo derecho a poner la denuncia! Dicen que es un tema que ya se ha juzgado. Se juzgó una infracción de tráfico, como mucho una falsa resistencia a identificarme, no se ha juzgado ni denuncia de malos tratos. Quiero pensar que están confundidos y que intentan engañarme y proteger a sus compañeros.

Ya no me quedan ganas de pisar otra comisaría, así que escribo al periódico, no me dejan otro medio de denunciar los hechos; yo no pensé que esto pasara en este país; de hecho, a la gente le cuesta creerme cuando digo que me han pegado en una comisaría.

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