Herramientas contra el dolor
Un master ofrece formación especializada a las personas que atienden a mujeres maltratadas
Una mujer asustada y perdida ante la agresividad de su pareja acude a la policía municipal de un pueblo cualquiera a las tres de la madrugada. ¿Qué posibilidades de resolver su situación tiene el agente que le atiende? Otra mujer, en este caso inmigrante, llama a la puerta de un piso de acogida, donde un grupo de mujeres ha puesto en marcha un servicio de ayuda de emergencia. ¿Sabe la persona que atiende qué decirle?, ¿remitirle a la instancia adecuada? ¿no frustrarse si la víctima, a pesar de todo, vuelve con el maltratador? En definitiva, ¿tienen la formación suficiente las personas que tratan con mujeres maltratadas?
Hay una gran carencia. "Existen profesionales en el ámbito sanitario, jurídico, psicológico y judicial pero existe una falta de profesionales específicos, con una formación pluridisciplinar que, bajo cualquier circunstancia, sepan cómo actuar cuando una mujer les llega reclamando ayuda", sostiene María Silvestre, profesora de Sociología de la Universidad de Deusto y directora del único master en España de estas características, junto con otro que se imparte en la Universidad Autónoma de Barcelona, dirigido a formar expertos en intervención en violencia contra las mujeres.
Un agente de la policía municipal de Basauri es el único hombre en el curso
Manuel Castañera, policía municipal en Basauri, y el único hombre que sigue el curso, muestra su preocupación. "Soy patrullero y estoy acostumbrado a acudir a una llamada que parece una disputa familiar y acaba siendo un hombre maltratando a su mujer. Es terrible. Y qué decir cuando una mujer llega a la comisaría a las tres de la madrugada pidiendo ayuda. ¿Qué hago? ¿Le mando con el agresor de vuelta a su casa para que mañana aparezca muerta? Siempre recomiendo que denuncie y si es posible que vaya a los Servicios Sociales, pero claro, estos no están abiertos por la noche. Es una impotencia y la sensación de que no puedes hacer nada", lamenta Castañera.
Este policía local participa en el master para tener más respuestas a tantas interrogantes. "Después de un año puedes orientar, conoces qué protocolo debes seguir, dónde pueden dar a la víctima la mejor atención, facilitarle las cosas. Que, sobre todo, no se haga sufrir a la mujer mandándola de un lugar a otro", reclama. Castañera es partidario de crear un cuerpo especializado dentro de la Policía Municipal, así como de mejorar la coordinación con la Ertzaintza.
Entre los objetivos generales de la formación está capacitar para la identificación y diagnóstico de este tipo de violencia y favorecer el desarrollo de habilidades para el tratamiento de sus efectos. Otros fines más específicos se centran en dar a conocer la normativa, reflexionar acerca de las nuevas vías jurídicas para cubrir las carencias actuales en las que se perpetúan las situaciones de discriminación y promover la especialización de investigadores en este campo. "Hay una gran laguna que el master trata de llenar. Las personas que atienden a mujeres maltratadas deben conocer el protocolo que hay que seguir desde el primer momento y las consecuencias que va a tener. Tiene que tener las herramientas para asistir psicológicamente y tiene que tener información jurídica y poseer cierta sensibilidad. También deben saber cosas tan fundamentales como que, aunque la mujer se decidida a dar un primer paso, ello no implica que no vaya a volver con el maltratador. Y, los profesionales tienen que aprender a no sentirse frustrados por ello y a no caer en la tentación de obligarles a presentar una denuncia si no quieren. Parece sencillo, pero pocos son los que saben qué tienen que decir o hacer. Y todo esto sí lo obtienen", aseguran María Silvestre y la coordinadora de master Mónica Ibáñez.
Yolanda Prieto es historiadora, colombiana, de Medellín, "donde las mujeres callan y soportan" y los malos tratos no existen en los medios de comunicación. En su país, trabaja con mujeres desplazadas por causa de la guerra y ha viajado a Bilbao con una beca para segur el master y después poder aplicar lo aprendido en su país. "Una de las cosas principales que he aprendido es saber que hay que escuchar; y también a conocer a qué instituciones hay que acudir y cómo seguir el protocolo. Me gustaría poder trasladar el modelo a Colombia. Lo pienso intentar", asevera.
26 alumnos
El master que imparte la Universidad de Deusto para formar a personas que se enfrentan a situaciones de maltrato tiene una duración de dos años y aunque hasta el próximo curso no saldrá la primera promoción de 26 alumnos titulados, ya hay resultados. "Este primer año hemos tenido que ampliar el número de plazas ya que teníamos previstas 20, y para el próximo curso ya tenemos 25 solicitudes y aún queda tiempo hasta septiembre", explican las organizadoras del curso.
Desde la dirección del master se han enviado cartas a los ayuntamientos para que se impliquen y hagan un esfuerzo matriculando a sus trabajadores ya que las áreas de la mujer y los agentes municipales suelen ser quienes más a menudo atienden a las mujeres en primera instancia. "Cuando una mujer necesita ayuda recurre a lo más local", argumentan.
Los profesionales saben que ante la violencia contra las mujeres el proceso de sensibilización es muy importante. Quienes tratan con inmigrantes en Bilbao inciden en que las mujeres extranjeras están aún más desprotegidas. "Lo más importante siempre es acompañarlas. Necesitan apoyo como las demás, pero en su caso la soledad y desconocimiento es aún mayor. La tragedia es todavía más grande", concluye la colombiana Yolanda Prieto.
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