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Rajoy justifica el pago a un 'lobby' por parte de Aznar en que otros 80 países también lo hacen

El líder popular afirma que "los galones" no servirán en la dirección "renovada" del partido

Mariano Rajoy, líder del PP, calificó ayer de "absolutamente deleznable" que "el Ministerio de Exteriores" haya "filtrado" que el anterior Gobierno utilizó los servicios de un lobby (grupo de presión) para hacer gestiones a favor de la concesión de la medalla de oro del Congreso de EE UU a José María Aznar. "Es un intento de machacar al presidente del Gobierno que ya no lo es", aseguró, tras responder de forma reiterada que la utilización de lobbies es una "práctica habitual en EE UU" que usan "más de ochenta países allí" y que también "utilizó el anterior Gobierno socialista".

Rajoy armó su defensa al ex presidente del Gobierno José María Aznar por su última polémica pública debida a las noticias de su medalla con el argumento de que todo forma parte de una "estrategia para que no se hable nada más que del pasado y para intentar machacar al PP". Con esta tesis, Rajoy se sumó a la tesis expuesta por Aznar el pasado fin de semana, que presume que todo es un intento de "barrer del mapa" al PP porque al PSOE "no le basta con haber ganado las elecciones" del 14-M.

Poco después de participar en un curso sobre "Centro Reformismo" organizado por la Fundación FAES en el Escorial, Rajoy adujo que se trata de "una estrategia propia de quien no es capaz de gobernar y sólo ha presentado un proyecto de ley en lo que va de legislatura": el de violencia de género. "Seguirán apareciendo cosas del pasado porque el Gobierno no tiene ningún planteamiento de futuro", predijo.

Rajoy evitó responder sobre el asunto concreto del uso del lobby para lograr la medalla con el argumento de que él no conoce "los detalles del contrato", pero sí subrayó que "ese contrato está firmado para hacer gestiones en beneficio de España" y sigue hoy en vigor.

El argumento de que el PSOE apoyará su tarea de Gobierno en una "obsesiva denigración del adversario político" fue uno de los ejes de su conferencia. Mantuvo que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es "consciente" de que las elecciones del 14-M "tuvieron un desenlace inesperado" y ahora debe gobernar "desprovisto de un programa sensato". Por ello, a su juicio, el PSOE "fía sus esperanzas de durar en el poder en desplegar una cortina de humo que oculte sus vergüenzas".

Y, en esa supuesta cortina, ocupa un lugar preferente el ex presidente Aznar. Rajoy enarboló a los votantes del PP para pedir que esto deje de ocurrir: "¡Ya está bien. Creo que 10 millones de españoles pueden pedir al Gobierno actual que deje de machacarles!", proclamó.

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Ya en clave interna, Rajoy anunció que el congreso que celebrará el PP a principios de octubre elegirá una "dirección renovada y rejuvenecida" en la que nadie podrá confiar en participar gracias a "galones que fueron ganados en otras circunstancias". Esa dirección tendrá "una nueva estructura", en la que se "definirán con precisión las tareas tanto en el partido como en el grupo parlamentario". Todo ello, afirmó, para "asumir el desafío de tratar de recuperar la confianza de los españoles". Aunque Rajoy no dio más detalles, el cambio en la estructura de la dirección del PP deja en el aire la continuidad de las vicesecretarías, que ahora mantienen Jaime Mayor y Javier Arenas. Además, pronostica un cambio en el modelo de participación en la dirección del PP de sus grupos parlamentarios y de las autonomías y ayuntamientos en los que gobierna.

Mariano Rajoy y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en El Escorial.
Mariano Rajoy y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, en El Escorial.EFE

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